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El presupuesto de ingresos de Sanidad de 1996 creció en 46.860 millones que siguen pendientes

El presupuesto de ingresos de la Consejería de Sanidad fue modificado al alza en el curso del año 1996 por un montante de 46.680 millones de pesetas correspondientes a "mayores transferencias de las previstas de la Seguridad Social, por participación Insalud y por nuevos traspasos de competencias (Instituto Social de la Marina)", según reza la cuenta general correspondiente a ese ejercicio. Pero la previsión de mayores transferencias no parece muy sólida puesto que, al cierre de 1997, los ingresos pendientes del Estado en esa partida rondaban los 60.000 millones.

El 16 de abril de 1996, José Luis Olivas, consejero de Economía y Hacienda, compareció junto a José Joaquín Ripoll, portavoz del Consell, para dar cuenta de un importante acuerdo adoptado por el pleno del gobierno autonómico que preside Eduardo Zaplana. Eran tiempos de gracia para el Partido Popular, que acababa de alzarse con el Gobierno central en las elecciones celebradas el mes anterior y Olivas quiso tener un detalle con los nuevos responsables de la Hacienda estatal. En un supuesto ejercicio de responsable contable, Olivas anunció que las arcas de la Generalitat asumirián un déficit de 63.987 millones de pesetas, de los cuales "en torno al 80%" correspondía a la anulación de "derechos reconocidos en la agrupación de ejercicios cerrados de la Administración del Estado, de la Seguridad Social y de fondo europeos correspondientes, de los ejercicios 1993 y anteriores". El responsable de Hacienda, que había entrado de puntillas en la consejería esquivando agujeros financieros, explicó que los números probaban que "la situación heredada era muy difícil" y que las cuentas que elaboraba la anterior Administración autonómica bajo mandato socialista "no se correspondían con la realidad". Olivas citó las recomendaciones formuladas por la Sindicatura de Cuentas que alertaba sobre cantidades pendientes de cobro que no se traducían en dineros contantes y sonantes, para comentar con gravedad: "Es poco serio reivindicar a estas alturas derechos pendientes de cobro correspondientes a los años 1992, 1993 y 1994". En la misma comparecencia, Olivas citó la desviación del gasto sanitario real con respecto a las transferencias que estima el Estado en sus presupuestos anuales como uno de los problemas pendientes de solución y depositó sus esperanzas en un nuevo modelo de financiación de la Sanidad pública que atendiera el sobrecoste que asume la Comunidad Valenciana al atender a ciudadanos no residentes y que cifró en unos 15.000 millones anuales sobre un total de transferencias en torno a 350.000 millones. Después de perdonar casi 64.000 millones a las arcas del Estado, la cuenta general correspondiente al ejercicio de 1996 recoge una sorprendente generación de crédito en el capítulo de ingresos de Sanidad por un total de 46.680 millones. "Las nuevas transferencias previstas" en la primera mención del aumento de ingresos de Sanidad que recoge la cuenta general es explicada por el interventor con algo más de detalle un poco más adelante: "Durante el ejercicio de 1996 se ha planteado la necesidad de dar cobertura a desfases producidos en la situación financiera del Servicio Valenciano de Salud (SVS)", porque el sistema de financiación previsto por el Estado para el cuatrienio 1994-1997 demostró resultar insuficiente. El interventor cita el recorte unilateral de 90.000 millones de la provisión de fondos para Sanidad por parte del Estado; el incremento del gasto sanitario en un 12% en el conjunto del Estado, siete puntos por encima del 5% previsto en origen; la disminución prevista en la participación de la Comunidad Valenciana desde un 10,18% del conjunto de los fondos estatales a un 10,03% - una disminución que fue ratificada por Olivas a finales de 1997 cuando se aprobó el nuevo sistema de financiación de la Sanidad-; y el sobrecostes de la atención sanitaria a los desplazados en una comunidad netamente receptora de turismo nacional durante los meses estivales. A partir de las consideraciones anteriores, el interventor explica que Hacienda optó por "reflejar adecuadamente en la contabilidad presupuestaria los mencionados desfases y en tal sentido se generaron créditos con cargo a transferencias de la Seguridad Social como compensación por desequilibrios financieros a favor de la Comunidad Valenciana, originada por la asistencia sanitaria a beneficiarios desplazados y por el saneamiento del gasto sanitario correspondiente a los ejercicios 1993, 1994, 1995, y 1996, y a la espera de normalizar las medidas de ajuste y reconocimiento real del gasto público en materia sanitaria, procediendo a lo largo de los ejercicios 1997 y 1997, en el marco de las negociaciones con la Administración central, a realizar los ajustes presupuestarios necesarios". El Estado, sin embargo, no parece considerarse aludido por las voluntariosas palabras que firma el interventor general -cuya seriedad habría puesto en entredicho el propio Olivas apenas un año antes- si se atiende al contenido de la cuenta general del ejercicio de 1997, donde los ingresos pendientes de cobro por transferencias de la Seguridad Social correspondientes al ejercicio 1996 se elevan en diciembre de 1997 a 59.081 millones.

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