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FERIA DE OTOÑO

Victorino hijo: "Los toros de Madrid pasarán a la historia"

Casi todos contentos. Terminada la corrida, toreros (dos de los tres), ganadero y público ("se me había olvidado eso de las orejas", decía un veterinario retirado) se dispusieron raudos a silbar su particular oda a la alegría. Uceda Leal eligió una versión atropellada cerca de la carga de caballería: "Estoy contentísimo. Me hacía falta algo así después de una temporada en la que me las he tenido que ver con cualquier cosa". Encabo, más calmo, salpicaba su entonar con un leve pespunte de quejío: "Lástima que el segundo no me ha dejado. Pero en fin, con ésta, han sido cuatro tardes en Madrid en lo que va de temporada y tres orejas". Lo de Victorino hijo era ya todo tronar: los metales a punto de fundición entregados a la pura mascletá. "Los 18 toros que hemos presentado en Las Ventas es asunto de la historia. Las peñas nos han elegido, no por mayoría sino por unanimidad, la mejor ganadería del año. Las siete corridas en plazas de primera en España y las cuatro en Francia ahí quedan".Por su parte, el veterinario, Don Ángel, viejo aficionado y acostumbrado a los modales tranquilos, se limitaba a canturrear una copla de mucho arraigo en su pueblo natal. Lo de menos era el título, palo o modalidad. Lo que contaba es que, por fin, el buen hombre entonaba algo diferente al "¡Vaya m... de feria!" que venía mascullando desde tiempo atrás.

Templado y ligado

Así las cosas, Leal insiste en la clave de sol radiante: "Con el primero he estado muy templado y ligado por los dos pitones. Sólo he fallado al precipitarme con la espada. Si le mato a la primera, me llevo dos orejas. Con el segundo, el secreto ha estado en hacer las cosas muy despacio. El toro no tenía fuerza y con paciencia y temple he conseguido sacarle tres tandas. Luego, la espada ha sido definitiva". Encabo hace hincapié en la nota mi: "He cerrado mi temporada con 42 corridas. Éste ha sido un inmejorable cierre para mí. Mi primero tenía cosas buenas y malas. Era muy pronto, pero salía con la cara alta. Mi faena ha sido importante. Con el otro, poco se podía hacer. He salido con decisión, poniéndome de rodillas, y, sin embargo, se iba por fuera. Ha sido una pena que no haya podido hacer lo que yo quería a mi segundo". Y el ganadero, de nuevo, poco amigo de templar gaitas, ataca con una apasionada invitación al zafarrancho: "La corrida ha sido muy completa, bien presentada, en su tipo, con dos pitones, edad y trapío. Es decir, muy variada y con mucha calidad". Aquí interrumpe la percusión y eufórico, ma non troppo, se lamenta de la falta de motor de algunos ejemplares: "Especialmente el sexto". Hecha la salvedad, vuelta al ataque: "Muy bravos, especialmente el segundo y el cuarto ". Para rematar, un adorno: "Aquí hace falta un poco de historia y recordar que hasta los setenta el encaste Saltillo lo toreaban las figuras. Luego vino el toreo moderno".El veterinario a lo suyo: "Se acabó y... nos ha dejao solos a los de Tudela". Alegre, se va.

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