La impotencia del pueblo africano
Acabo de regresar de Togo y la imagen que me traigo es la de un país con una población dinámica, con iniciativa, pero que encuentra muchas dificultades para entrar en la vía del desarrollo, especialmente por la situación de inestabilidad política que está viviendo el país.Togo es un pequeño país africano de 56.000 kilómetros cuadrados y 4,5 millones de habitantes, fronterizo con Benin, Ghana y Burkina Faso. El 80% de la población vive de la agricultura, ya sea dedicada a cultivos de exportación (café, cacao, algodón, piña), controlados por socieda-
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La impotencia del pueblo africano
Viene de la página anterior des estatales, o a cultivos de subsistencia (maíz, mandioca, leguminosas, ñame).
Los recursos son limitados para los cultivos de subsistencia; sin embargo, en muchos pueblos están surgiendo asociaciones de campesinos basadas en el cooperativismo, con el apoyo técnico de universitarios togoleses que reciben financiación de ONG europeas. Pese a los esfuerzos de la población, el Gobierno actual está frenando este desarrollo a pequeña escala.
Togo, antigua colonia francesa, vive desde 1967 bajo la dictadura de Gnassingbé Eyadema. La Unión Europea promovió y financió la celebración de elecciones presidenciales el pasado mes de junio. La legalidad del proceso electoral era la condición necesaria para que se reanudase la ayuda internacional al desarrollo -actualmente sólo Francia la mantiene-.
Esta condición no se ha cumplido. Eyadema se proclamó vencedor sin terminar de contar los votos, que daban claramente la victoria al líder de la oposición, Gilchrist Olimpyo. El fraude electoral ha sido reconocido por los observadores europeos y por Estados Unidos. Pero Eyadema sigue aterrorizando a la población mientras negocia con la Unión Europea e intenta salvar su posición, de la que se ha beneficiado gracias al control de los cultivos de exportación y de las minas de fosfatos del país.
La oposición no va a consentir el fraude, pero si la Unión Europea no llega a una solución diplomática, la única salida será el enfrentamiento armado.
La población sería la principal perjudicada, y sus esfuerzos por acceder a condiciones de vida más dignas acabarían siendo sólo un intento más del pueblo africano por ser dueño de su existencia, sin estar vendido a los intereses de dictadores y de países que se declaran democráticos.- . .
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