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Gecen lleva a la Confederación del Júcar al juzgado por el polígono de Segorbe El grupo ecologista acusa al organismo de incumplir sus competencias

El acuífero que abastece de agua potable a Segorbe, Altura y Navajas sufre un alto riesgo de contaminación si se instala el polígono industrial previsto en la capital del Alto Palancia. Así se admite en un informe técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar, contra la que el Grupo para el Estudio y Conservación de Espacios Naturales (Gecen) ha interpuesto una denuncia judicial por no ordenar la paralización del proyecto, promovido por el Ministerio de Fomento. La construcción ha provocado un amplio rechazo vecinal.

Los ecologistas acusan a la Confederación Hidrográfica del Júcar de "incumplir" sus competencias sobre protección de aguas y control de la contaminación al no exigir la suspensión cautelar de las obras de urbanización de un polígono industrial de 500.000 metros cuadrados en el paraje El Monte de la Horca. El área se ubica a sólo 250 metros de la fuente que suministra el agua potable a tres municipios, de los cuales registran el censo más alto de la comarca. La denuncia de Gecen, presentada en el Juzgado de Segorbe, se sustenta en varios informes, elaborados por técnicos de la propia Confederación Hidrográfica del Júcar y por el Instituto Tecnológico Geominero. Ambos entes alertan de la posible contaminación del manantial y recomiendan la realización de nuevos estudios. Los ecologistas responsabilizan al órgano del Ministerio de Medio Ambiente de dejación de funciones por no haber desarrollado nuevas investigaciones y por no notificar los riesgos de contaminación a la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento de Suelo (SEPES) -organismo dependiente de Fomento-, al Ayuntamiento y a la Consejería de Medio Ambiente antes del inicio de las obras. La inversión supera ya los 1.200 millones de pesetas. El proyecto, aprobado en 1989, ha generado el rechazo de centenares de vecinos, integrados en una plataforma cívica. Los informes apuntan que la actividad industrial podría afectar a dos de sus yacimientos: la Esperanza y el Berro, localizados en Segorbe y Altura, en una zona donde el suelo tiene una alta permeabilidad. Medio Ambiente emitió una declaración de impacto ambiental positiva, pese a reconocer el "riesgo de contaminación del acuífero". Además, el dictamen favorable se dio sin el informe previo de la Confederación Hidrográfica y se basó, según los ecologistas, en un estudio encargado por el SEPES (entidad promotora del polígono) a una empresa privada. El Ayuntamiento de Segorbe asegura que las pruebas efectuadas niegan las posibilidades de contaminación y añade que la construcción de una depuradora limitará aún más el riesgo. La declaración de impacto ambiental alude a una inversión de 550 millones de pesetas para una estación de tratamiento de aguas residuales que debía ampliarse tras aprobarse la construcción del polígono industrial. Ésta aún no se ha ejecutado, pese a estar consignada entre 1995 y 1996.

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