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CRISIS FINANCIERA MUNDIAL

El FMI cierra sus sesiones incapaz de presentar un plan para hacer frente a la crisis

El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó ayer su asamblea anual en un clima de marcado pesimismo, tras las expectativas con que comenzó sus sesiones, por la ausencia de planes concretos y creíbles para hacer frente al contagio de la crisis financiera. A pesar de las optimistas palabras de su director gerente, Michel Camdessus, quien aseguró que existe un "consenso unánime" sobre las medidas a tomar frente a la "gravedad de la situación", el criterio dominante es que el FMI está desorientado. Este ambiente se reflejó en fuertes caídas de las bolsas.

El martes pasado, en vísperas de la reducción de tipos de la Reserva Federal estadounidense, los banqueros y representantes de los 182 países miembros del FMI acudieron a Washington pensando que de la reunión saldría un programa para hacer frente a la crisis y una primera definición clara de lo que se ha dado en llamar, muy publicitariamente, nueva arquitectura financiera internacional. Nada de eso ha visto la luz.

"Alto consenso"

Lo mismo ha ocurrido con la reunión del G-7, que agrupa a los países más ricos del mundo. Cam- dessus, en cambio, destacó que el G-7 "alcanzó un consenso sobre cómo se podría salir de la crisis (...). El G-7 reconoce que el problema es la insuficiencia de la demanda. La reducción de tipos de interés en Estados Unidos y la convergencia europea a la baja indican cierta disposición a actuar. Japón también dijo que haría lo posible". Pero en las actuales condiciones se duda ya si una reducción coordinada de los tipos de interés será suficiente para devolver la confianza a los inversores.El propio presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, tan cauto en su rebaja del pasado martes, está ahora adviertiendo sobre los peligros de una contracción creditica y del consumo y ya se da por hecho que deberá aplicar nuevas rebajas a la vista del impacto creciente de la situación sobre la economía de EEUU. Algo parecido ocurrió con el diagnóstico sobre la situación de la economía española con el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, quien hace dos días embridó el optimismo del ministro de Economía, Rodrigo Rato, al revelar que el crecimiento se ha moderado notablemente durante los dos últimos meses y que la historia sobre el futuro nivel de los tipos aún está por escribir.

En este contexto, el optimista discurso de clausura de la asamblea del FMI pronunciado por Camdessus no pudo menos que obtener una fría acogida, a pesar de sus bromas sobre la decepción de los periodistas al encontrarse ante una formalmente tranquila reunión entre ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales. Camdessus destacó el apoyo unámine al Fondo como eje central de cualquier futuro sistema financiero internacional, expresamente manifestado por todos durante las sesiones. La asamblea aprobó las cinco propuestas del comité interino del FMI, que Cam- dessus definió como "los cinco elementos clave de la nueva arquitectura: transparencia, sólidos sistemas financieros nacionales, implicación del sector privado, liberalización ordenada de los movimientos de capitales y códigos y métodos de buenas prácticas aceptados internacionalmente".

El responsable del FMI fue menos detallado al hablar sobre la propuesta del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, de facilitar fondos de emergencia a los países afectados por el peligro de contagio de la crisis a pesar de la solidez de sus políticas. "Antes de hablar de nuevos programas hay que hablar de aportaciones", admitió, recordando así una de las grandes incógnitas pendientes al final de las reuniones, la aprobación por el Congreso de los 18.000 millones de dólares (2,43 billones de pesetas) que Estados Unidos tiene pendientes de aportar al FMI. Ayer, a un día de cerrar sus sesiones, continuaban llegando mensajes contradictorios desde el Congreso sobre la posibilidad de un acuerdo de última hora, aunque los pronósticos eran optimistas.

La reacción de los mercados no podía ser más que negativa, sobre todo cuando el dólar se tambalea ante la repatriación de fondos por parte de las entidades financieras japonesas. La Bolsa de Madrid bajaba ayer un 2,87%, 19,04 puntos, y en algunos momentos estuvo por debajo del nivel de apertura anual. Nueva York, Londres, Francfort y París presentan ya resultados negativos respecto de la apertura anual, informa Rafael Vidal.

La Bolsa de Londres terminó perdiendo un 2,69% a pesar de que el Banco de Inglaterra bajó el precio del dinero un cuarto de punto, hasta el 7,25%. En París y en Milán hubo sorpresas en uno de los sectores con más tirón, el de las comunicaciones, y la contratación de France Télécom y de Telecom Italia fue suspendida momentáneamente al caer sus cotizaciones hasta los máximos permitidos.

La Bolsa de París perdió al cierre un 4,45%; la de Milán, el 4,17%, y Francfort terminó con un descenso del 4,98%. Nueva York abrió con un descenso de más de 250 puntos, pero logró una remontada espectacular y cerró con un retroceso de 9,78 puntos (0,13%).

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