La feria de las soluciones
Ni los más viejos del lugar recuerdan una feria con tantas sustituciones. Ya se sabe, al final de temporada todo el mundo está atorado y aquí están lloviendo los partes, facultativos y de otro tipo. A uno le duele el riñón, a otro un dedo, a otro lo que le duele es la profesión y, finalmente, hay uno al que no se sabe lo que le duele. Y eso sólo en tres corridas de toros, y quedan cinco más.
En esta corrida sólo se mantuvo, del cartel original, Jesulín de Ubrique, que empezó tratando con mimo al noble inválido primero que, además, cojeaba y se cayó en la muleta, por lo que el diestro abrevió. El cuarto tuvo buena condición, pero le pesó el exceso de kilos (599). Jesulín, excesivamente parsimonioso (en las pausas y en los cites, no en los muletazos) pareció no querer ahogar al mastodonte, pero el trasteo acabó muy diluido y sin vibración alguna.
Valdefresno / Jesulín, Padilla, Morante
Seis toros de Valdefresno, los cuatro primeros de buena condición y escasez de fuerzas. 5º y 6º, ni fuerza ni buena condición. Jesulín de Ubrique: silencio; aviso y pitos.Juan Jósé Padilla: ovación en los dos. Morante de la Puebla: aviso y silencio; aviso y ovación. Plaza de Zaragoza, 8 de octubre. 5ª de feria. Tres cuartos de entrada.
Juan José Padilla, sustituto de Miguel Abellán, lo primero que hizo al llegar a la plaza fue darle un abrazo a Justo Ojeda, el empresario. Se comprende, porque aquí nadie parecía conocer a Padilla. El diestro jerezano estuvo muy decidido con su primero, otro flojo y buen ejemplar, al que recibió con dos largas y banderilleó asomándose al balcón. Con poco dominio en la primera serie, mejoró en la segunda y en otras posteriores de mucha entrega, antes de que el astado se parase. Estocada desprendida, entrando con fe y, aunque hubo petición de oreja, luego no se le permitió dar la vuelta al ruedo. El quinto se tambaleaba continuamente y acabó a la defensiva y peligroso, entre las constantes protestas del público a la presidencia, por no haberlo devuelto a los corrales.
Morante estuvo muy torero toda la tarde, a tono, tanto con capote como con muleta, pero falló lamentablemente con la espada.
Babelia
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