Quebrantahuesos
Cosas del destino. Es tal el cúmulo de coincidencias, que hasta Mar Flores parece que tiene 70 años. Y Raúl. Y Alejandro Sanz. Con los 40, decía Gil de Biedma, empieza la nostalgia. Con los 50, consúltese el libro del medio siglo del ilicitano Vicente Verdú. Con los 60 llega el Inserso y con los 70 una suerte de resurrección. 70 años de Radio Sevilla, 70 años de Liga publicitados con fotos color sepia desde aquel primer campeonato que ganó el Barça, que tuvo en Bienzobas al primer Pichichi y a Ricardo Zamora, que no se tomó en una hora, al arquero menos batido. 70 años de Opus Dei conmemorados por Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, con una misa en la catedral hispalense. La Obra y los obreros, asimetría etimológica. Tenemos al 27 hasta en la sopa, pero la del 28 fue una generación tan importante, si no más. La nómina de los nacidos aquel año fue gloriosa para las letras hispanas: Carlos Barral, Juan Benet, Juan García Hortelano, José Agustín Goytisolo. Sólo el primogénito de los Goytisolo se salvó de la quema de la parca en una generación maldita que los especialistas denominaron del 50, como si fueran Raúles pimpollos de 22 años. Contaba Barral en sus memorias que cuando vio por primera vez a García Hortelano pensó que le habían dado el premio Biblioteca Breve a un guardia civil. Chaves, Bono y Rodríguez Ibarra se reunieron en Mérida para denunciar el intento de Pujol y Arzallus de venderles una edición apócrifa y tendenciosa de Volverás a región. En Radio Sevilla han buscado a personas nacidas el año fundacional. La semana pasada un hombre del norte apagó en el sur las 70 velas de su vida. Cumpleaños que Ángel Álvarez-Caballero celebró con su esposa, vasca de Irún, en Oriza. El crítico flamenco de este periódico se inició en el periodismo a los 14 años en su Valladolid natal. Fue quizás el único vallisoletano que no pasó por la escuela de El Norte de Castilla. Su escuela fue un periódico del Movimiento llamado Libertad. Ha seguido la Bienal y conoce la notable nómina de paisanos que terminaron en esta tierra: Queipo de Llano, José de la Peña Cámara, director del Archivo de Indias, Enrique Valdivieso, una autoridad en Murillo, monseñor Amigo, Cardeñosa, Miguel Delibes hijo, doctor del quebrantahuesos y varios años director de la estación Biológica de Doñana. Sevilla y Valladolid, dos ciudades unidas por un AVE cultural.
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