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Asuntos Sociales ultima el plan para atender a los hijos de los temporeros

Luis Barbero

El drama de los niños temporeros que tienen que acompañar a sus padres en la diferentes campañas agrícolas es de difícil solución, sobre todo por las carencias educativas que conlleva, pero es necesario corregirlo en la medida de lo posible. Éste es el mensaje que el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, transmitió ayer en el Parlamento en una comparecencia para explicar las medidas que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía para contrarrestar este fenómeno que se repite cada año. Pérez Saldaña avanzó que su departamento está ultimando un plan integral para la atención de los hijos de los temporeros, que se ven obligados a cambiar de colegio al menos una vez al año para acompañar a sus padres. Una proposición no de ley aprobada en diciembre del año pasado, a instancia del grupo socialista, reclamaba al Gobierno andaluz la elaboración de este plan integral. Sin embargo, aún no está terminado, lo que provocó las críticas del diputado popular José Calderón ante la Comisión de Asuntos Sociales. Saldaña se defendió de estos reproches y adujo que se está haciendo un arduo trabajo para hacer un plan completo. "Los planes no se hacen como churros", espetó Saldaña al diputado popular. No obstante, el titular de Asuntos Sociales apuntó algunos de los proyectos que ya están en marcha. Las prioridad que se ha marcado el Gobierno andaluz es que los hijos de los temporeros no tengan que acompañar a sus padres cuando éstos vayan a las campañas agrícolas. Estos desplazamientos provocan un importante número de "fracasos escolares". Saldaña quiso subrayar que es habitual el fracaso en los estudios de estos menores pero que ya no hay casos de niños sin escolarizar. En las últimas campañas, la Junta atendió a más de 17.000 hijos de temporeros. Evitar desplazamientos Para evitar que los menores acompañen a sus padres cuando se desplazan, Asuntos Sociales ha puesto en marcha residencias en los pueblos de origen, con la consiguiente creación de empleo, e incluso ha incentivado económicamente a familiares de estos niños para que se queden con ellos mientras sus padres están fuera. La Junta está pagando entre 800 y 1.000 pesetas por niño y día a los familiares que acogen a los menores. Hasta la fecha, 259 familias se han beneficiado de esta fórmula para evitar que los niños se marchen. Asimismo, Pérez Saldaña afirmó que se están ofreciendo iniciativas para evitar que los propios padres tengan que salir de sus pueblos para obtener recursos económicos. El objetivo es que estos temporeros consigan establecerse como autónomos es sus lugares de origen. El consejero afirmó que una de las principales dificultades es el empeño de los padres en llevarse a sus hijos a las campañas pese a las diferentes posibilidades que hay para evitar la marcha.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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