Sobresalto para la banca internacional
Los expertos auguran una caída de beneficios de las entidades más activas en América Latina
La crisis financiera internacional que está afectando a los países en desarrollo de Latinoamérica ha encendido las alarmas en las entidades financieras más implicadas en los negocios de la región, entre ellas, las entidades españolas BBV y Banco Santander. Brasil, según los expertos, es el país más expuesto a la crisis. Su sistema bancario es el más débil, la penetración de la banca extranjera en su mercado es escasa y un deterioro de la situación podría tener consecuencias imprevisibles en toda la región."De poco le sirve a un banco latinoamericano tener de socio a un fuerte banco extranjero si se produce un colapso de toda la economía nacional o del sistema de pagos", afirman los expertos de Salomon Smith Barney en un informe sobre la situación de la banca extranjera en América Latina.
En este sentido, los expertos de Salomon subrayan por una parte la importancia del grado de liberalización del sector bancario que existe en América Latina en comparación a otros mercados emergentes como el ruso, donde sólo el 4% de todo el capital del sector bancario está en manos de entidades extranjeras.
Sin embargo, también advierten que entre los mayores países de América Latina, el que tiene una menor participación de bancos extranjeros es Brasil, con un 9%. Por ello, el sistema bancario brasileño es el más expuesto a la crisis financiera que afecta a la región.
"El problema de tener un bajo nivel de participación extranjera es que si los bancos nacionales necesitan dinero para mantener su liquidez tienen menos candidatos a quien perdírselo", afirma Coral Ard, analista de Salomon.
"Los bancos latinoamericanos que no tienen socios extranjeros sólo dependen de que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o su propio Gobierno les facilite los fondos que necesitan", añade.
En otras palabras, los bancos brasileños dependen más que sus pares de otros países de la región de que su Gobierno tenga dinero para suministrarles o de que el Fondo Monetario Internacional cuente con fondos para ir en su ayuda, como lo hizo en México en 1995. Las participaciones más altas de entidades extranjeras en la banca latinoamericana se encuentran en Argentina (alcanza el 32%), Venezuela (llega al 30%) y Perú (el 29%).
Todos estos países han eliminado la legislación que imponía un límite a la entrada de la banca extranjera en el capital de los bancos locales. Por el contrario, Brasil y México, donde la participación foránea es del 15% en ambos casos, son los países más restrictivos a la hora de dejar que los bancos extranjeros se introduzcan en el capital de las entidades locales. ¿Qué implica la entrada de los bancos extranjeros en América Latina? En primer lugar, el hecho de que el sistema bancario regional esté controlado por bancos extranjeros disminuye el riesgo de que el sistema colapse. El riesgo no disminuye tanto por razones operativas específicas, sino porque los usuarios perciben que si el banco local está respaldado por un gran banco internacional, éste es más seguro.
Los argentinos, por ejemplo, aún recuerdan al Banco de Intercambio Regional (BIR) y otras entidades financieras que a finales de los años setenta aparecieron una mañana cerrados, desaparecidos sus responsables y con ellos los depósitos de los ahorradores. Aunque el Estado argentino hoy garantiza los depósitos, a cualquier ciudadano de aquel país le asusta de antemano el trámite judicial que tendrá que vivir para recuperarlos.
Desde el punto de vista operacional, los bancos extranjeros introducen nuevos servicios, homologan regional e internacionalmente los pasos y requisitos para obtener créditos e introducen tecnologías avanzadas en el sistema financiero. Este aporte es una de las bases del crecimiento económico que América Latina ha experimentado en los últimos 10 años.
En tiempos difíciles, como los actuales, los bancos latinoamericanos subsidiarios de los extranjeros pueden apoyarse en éstos y acceder a préstamos adicionales para mantener intacta su solvencia.
Las entidades extranjeras también pueden proveer de moneda extranjera a sus bancos subsidiarios para defenderse en contra de una depreciación de la moneda local cuando el banco central del país al que éstos pertenecen les restringe el acceso a las divisas extranjeras. Éste es hoy el caso de Venezuela, donde el banco central de ese país ha reducido el montante de reservas en dólares que los bancos locales pueden tener del 25% al 15%.
El BBV y el Banco Santander de España, el Citibank y Banco de Boston de Estados Unidos, el holandés ABN-Amro, el británico Hong Kong and Shangai Corporation (HSBC) y la Banca Commerciale Italiana (BCI Sudameris) son las entidades financiares extranjeras con mayor presencia en América Latina y las más expuestas al riesgo que representa para sus cuentas la crisis económica que hoy afecta a la región. En menor medida, otras entidades financieras, como las canadienses Bank of Nova Scotia y Banco de Montreal, el estadounidense Chase o el Banco Central Hispano (BCH) también tienen inversiones importantes en la zona. Todos ellos conforman el grupo de bancos extranjeros más activos en el mercado latinoamericano.
Estos bancos tienen en su poder el 20% de todos los créditos concedidos en las siete mayores economías latinoamericanas: Brasil, México, Argentina, Chile, Venezuela, Colombia y Perú.
Sin embargo, sólo tres, los dos españoles y el Citibank, están presentes en todas ellas. El Banco Bilbao Vizcaya lidera las posiciones tanto desde el punto de vista de los préstamos que tiene en su poder como de su participación económica en estos mercados.
A finales de marzo pasado el Banco Bilbao Vizcaya controlaba 3,31 billones de pesetas (el 4,2%) del total de los préstamos en la región, el doble que en diciembre del año 1996. El Banco Santander, por su parte, tiene en su haber 2,77 billones de pesetas (el 3,5%).
"Nosotros [Salomon Smith Barney] prevemos que los beneficios de todos estos bancos se reduzcan en el ejercicio correspondiente a 1998", dice Coral Ard. "Los inversores también lo piensan y es por eso que las acciones del Banco Bilbao Vizcaya y el Banco Santander son las más castigadas, porque del total de los beneficios de estas dos entidades, y también en el caso de los del Citibank, Latinoamérica representa un porcentaje importante", añade.
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