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DROGASCAMBIA LA EDAD DE LOS CONSUMIDORES

Sólo el 23% de los toxicómanos que acude al servicio municipal de Alicante deja la droga

Los resultados son satisfactorios pero la conclusión siempre es la misma: es "muy difícil" acabar con las adicciones que empujan a jóvenes, y no tan jóvenes, hacia el fondo más oscuro de un pozo del que sólo podrán salir por su propia voluntad y con ayuda terapéutica, social y familiar. El Servicio Municipal de Toxicomanías de Alicante considera que la población consumidora de drogas se encuentra "estabilizada" y constata que el 23% de quienes acuden a la Unidad de Conductas Adictivas consigue salir del mundo de las drogas, aunque son más los que abandonan. La estadística de resultados indica que 32 pacientes de un total de 157 recibieron el alta una vez superado el programa.

El Servicio Municipal de Toxicomanías de Alicante ha constatado un cambio en las edades de los consumidores de opiáceos. Se reduce la incorporación de jóvenes que precisan tratamiento, pero crece la de aquellos que empezaron a edad temprana y ahora cuentan entre 35 y 40 años. Del informe de gestión elaborado por los responsables de la Unidad, referido al primer semestre de este año, destacan las 388 solicitudes registradas para acogerse a los programas de desintoxicación. Recibidos por los trabajadores sociales, 199 de ellos celebraron la entrevista previa al tratamiento, que se inició con una revisión que seleccionó los 157 casos que precisaban ayuda médica y tratamiento psicosocial, que incluye reuniones semanales en grupos de trabajo y programa médico. La estadística de resultados indica que 32 pacientes (23% del total) recibieron el alta terapéutica una vez superado el programa. Otros 64 abandonaron a mitad de camino, 14 precisaron un ingreso hospitalario, siete fueron derivados a otros servicios asistenciales y uno falleció por sobredosis. La heroína se mantiene como principal producto de consumo, con 94 casos, seguidos de los que habitualmente consumen un compuesto de heroína y cocaína por vía intravenosa (speed-ball), con 29 casos, y otros 14 enganchados al mismo compuesto fumado. En total, 137 dependencias por opiáceos, que son las que requieren tratamiento de desintoxicación, lo que supone más del 87% de los adictos que reclaman ayuda. El resto presentaba diversos niveles de adicción a la cocaína, benzodiacepinas, cannabis y colas. La efectividad de los programas de desintoxicación, aunque presenta niveles aceptables, está muy lejos de ser la óptima, como confirma el dato de que el 66,9% de los asistidos había recibido un tratamiento parecido anteriormente, pero recayó pasado un tiempo. La tabla de edades confirma, para las autoridades, el efecto positivo de las campañas de prevención. La mayor parte de los toxicómanos atendidos (el 77,7%) pertenece a la franja de edad comprendida entre los 21 y los 35 años, frente a un 9,6% entre los 16 y 20 años y un 12,7% mayor de 36 años. El Servicio Municipal de Toxicomanías no recibió ninguna solicitud de menores de 16 años, lo que lleva a los técnicos a afirmar que el consumo de drogas duras no afecta hoy a la juventud de igual forma que hace una década. Por sexos, nueve de cada diez adictos son hombres. Un jefe de servicio, un médico, tres psicólogos y dos trabajadores sociales integran la plantilla de la Unidad de Conductas Adictivas, un servicio estrictamente municipal que complementa los programas de desintoxicación que pone en marcha la Consejería de Sanidad, con la que se está en permanente contacto. "Disponemos de medios suficientes para llevar a cabo los programas, al margen de las campañas de prevención y otros servicios de ayudas sociales imprescindibles para cerrar el círculo", explica el concejal de Asuntos Sociales, José María Rodríguez Galant. Paralelamente al tratamiento terapéutico, los toxicómanos que reclaman ayuda (en la mayoría de los casos llevados de las manos de familiares directos), asisten a cursos de formación y participan en sesiones de grupo a las que asisten los familiares. "La voluntad personal es lo más importante para salir del mundo de las drogas, pero ésta precisa del complementario apoyo moral y físico", puntualiza Galant.

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