Palm Beach junto a la M-30

Sin importarles que la afluencia de público fuera menor que lo esperado, el combo liderado por el cubano-norteamericano Raúl Malo acudió con sus mejores galas para presentar ante el público español su cuarto elepé oficial: Trampoline.La elegancia en la puesta en escena, la limpieza del sonido y la pulcritud de un espectáculo concebido para hacer pasar un rato agradable fueron las constantes de un concierto en el que el country se dio constantemente la mano con toda una variedad de estilos de música popular: soul, gospel, pop, rythm"n"blues, lounge. Malo, que a nivel de glotis parece poseído por el espíritu de Roy Orbison, se movió a gusto en su papel de crooner llamado a renovar los viejos caminos de la música tradicional americana.

En un ambiente que podía ser el de un chiringuito de Palm Beach, de no ser por la proximidad de la cercana M-30, fueron sonando las excelentes composiciones del Trampoline, canciones repletas de lujo y con voluntad evidente de hacer mover los pies al respetable