Un desahogo para los padres
Los 5.000 millones que la BBK destinará a fomentar el autoempleo son una forma de "devolver a la sociedad en forma de dividendo social parte de los beneficios", aseguró José Ignacio Berroeta, presidente de la BBK cuando presentó esta iniciativa el pasado 14 de marzo. En la misma sintonía, el director de la fundación de empleo de la BBK enmarca esta iniciativa dentro de "la obra social que siempre hemos desarrollado". En este capítulo, al que la entidad destina anulmente cerca de 6.000 millones de pesetas, se incluyen las colonias infantiles, las actividades de apoyo al euskera y la asistencia a personas con minusvalías físicas y psíquicas. "El empleo es ahora una prioridad, como en otros tiempos fue importante la promoción de viviendas o la salud infantil. A lo largo de estos años, hemos apreciado que el caballo de batalla de los programas de empleo es la financiación para montar una empresa", comenta Juan María Sáenz de Buruaga. La entidad bancaria considera que hay suficientes programas que apoyen la formación de emprendedores y la realización de planes de viabilidad de los proyectos. "Pero cuando hay que poner en marcha el proyecto, hace falta dinero, y sólo pueden avalar a los jóvenes sus padres, que ya tienen suficientes cargas económicas", asegura Sáenz de Buruaga. Los responsables de la fundación insisten en que la fundación aparcará "los criterios de control de riesgos propios de una entidad bancaria, para primar la viabilidad del negocio". La BBK apoyará los nuevos proyectos concediendo créditos sin interés, ayudas a fondo perdido y aportaciones al capital social de las nuevas empresas.
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