Román Sudupe garantiza que el Gobierno vasco participará en la financiación de la Eibar-Vitoria

El diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, aseguró ayer que el Gobierno vasco se va a comprometer en la financiación de la autopista Eibar-Vitoria, lo que supone un cambio radical en la posición del Ejecutivo autónomo, que hasta ahora no había previsto participar en la financiación de este proyecto, cifrado en 98.000 millones de pesetas. Sudupe reiteró, durante el Pleno de las Juntas Generales, la necesidad de que el Gobierno central transfiera en el "más breve plazo" al Ejecutivo autónomo la titularidad de dicha autopista.

Sudupe explicó que ya ha mantenido contactos con el consejero de Transportes y Obras Públicas, Álvaro Amann, quien le ha expresado la voluntad del Ejecutivo vasco de implicarse en la financiación de la autopista Eibar-Vitoria, dado que las posibilidades económicas de la Diputación guipuzcoana son muy limitadas para hacer frente a una inversión de ese calibre. El gobierno foral cuenta con un fondo de 10.000 millones, que se incrementará hasta los 36.000 millones en un plazo de cinco años. Con estos recursos financiará el desdoblamiento de la N-I en Etxegarate (9.181 millones) y el primer tramo de la autopista entre Maltzaga (Eibar) y Bergara, que cuesta 26.000 millones. El resto de la autopista debería financiarse con cargo a los recursos que se obtengan de los fondos europeos, del Gobierno vasco y de la propia concesión de la autopista. La transferencia de la Bilbao-Behobia también reportaría una sustancial fuente de recursos. No obstante, el diputado general reiteró que resulta "incomprensible, porque no se pueden aducir razones de ningún tipo", que siga sin transferirse este autopista. En este sentido, resaltó la paradoja de que "la Bilbao-Behobia, que da dinero, no la transfieren porque la consideran de interés general. Pero no le dan la misma consideración a la Eibar-Vitoria, que cuesta 100.000 kilos". La financiación de las carreteras, que suponen una carga "excesiva" para las arcas forales, debe ser emprendida desde una Agencia Vasca de Infraestructuras, según defendió el portavoz socialista, Esteban Eguren, quien advirtió: "Mientras no existan estructuras interterritoriales basadas en la racionalidad de la gestión y la solidaridad entre territorios, no se podrán acometer proyectos como la construcción del eje Beasain-Durango, con lo que seguiremos padeciendo importantes disfunciones". Regeneración de Pasajes El portavoz popular, Álvaro Moraga, eludió entrar en la discusión sobre los proyectos que la Diputación tiene en estos momentos sobre la mesa y señaló que primero hay que abrir un debate "inaplazable" sobre la financiación y "establecer prioridades" para evitar los retrasos que se producen en la ejecución del Plan General de Carreteras del País Vasco. La posición más radical la exhibió Arturo Tovar, de Izquierda Unida, quien anunció que su formación no va a "renunciar a paralizar el proyecto de la Eibar-Vitoria" y aseveró respecto al desdoblamiento de Etxegarate: "Pueden ustedes decir lo que quieran, pero yo hasta que no lo vea desdoblado no me lo creeré". La regeneración del entorno de Pasajes, el área más deprimida de Guipúzcoa, también suscitó posiciones encontradas durante el pleno. Así, mientras Sudupe afirmaba sentirse "muy satisfecho" de la gestión que está realizando la Comisión Interinstitucional, Tovar sostuvo que la zona está supeditada a los "clientelismos partidistas" de los socios del tripartito. El diputado general explicó que el Ministerio de Industria se ha comprometido a la concesión de créditos sin interés por importe de 2.000 millones para los proyectos industriales que se desarrollen en la zona portuaria, mientras que la Diputación cuenta con una partida trianual de 1.150 millones. Asimismo, adelantó que la Comisión Interinstitucional está trabajando en un proyecto para recuperar el área de la ría de Molinao, donde sólo las indemnizaciones por desalojo costarán 1.000 millones de pesetas. En el mismo distrito de Pasajes Ancho, el Gobierno vasco prevé construir viviendas en los antiguos pabellones de Victorio Luzuriaga. El socialista Esteban Eguren planteó la necesidad de que una parte de los recursos forales se destinen a la potenciación del comercio de Pasajes así como a la regeneración arquitectónica del mercado, que albergaría usos dotacionales.