El PP promete 35 kilómetros de metro para unir las cinco grandes ciudades del sur

El presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, selló ayer ante el pleno de la Asamblea su primera gran promesa electoral: una línea circular de metro, de 35,2 kilómetros, para unir Móstoles, Leganés, Getafe, Alcorcón y Fuenlabrada. Un metropolitano que dará servicio a 850.000 habitantes y que resolverá los grandes problemas de transporte que sufre el llamado cinturón rojo (municipios gobernados por los socialistas desde la llegada de la democracia) donde el PP, elección tras elección, ha ido arañando votos a la izquierda. A la nueva infraestructura, que estaría acabada antes del año 2003, le dio el nombre de metrosur, y aseguró que "será el gran eje vertebrador" de esta parte de la región.Este futuro metropolitano que prometió ayer Ruiz-Gallardón durante la primera jornada del debate sobre el estado de la región tendrá un total de 29 estaciones y cinco conexiones directas con los trenes de cercanías que llegan al sur de la región. "Se trata", subrayó el presidente, "de que estos municipios no tengan sólo Madrid como punto de referencia, sino que dispongan de infraestructuras y dotaciones de calidad para su intercomunicación".

Por ello, no tuvo reparos en afirmar que el metrosur representará "un cambio cualitativo que permitirá a los ciudadanos del sur una mejor comunicación y un acercamiento a las nuevas dotaciones, aumentando su bienestar y su nivel de vida". El máximo responsable del Ejecutivo regional, ante la importancia de su promesa, no quiso pillarse los dedos, tal y como le ocurrió con el Plan de Residuos Sólidos Urbanos, que los alcaldes del sur han rechazado por no haber sido consensuado con ellos. Por esta razón, enfatizó ayer que "se trata, por supuesto, de un trazado que el Gobierno propone, y que será consultado con los ayuntamientos del sur".

Por si en la Cámara había algún incrédulo, Ruiz-Gallardón aseguró que no tendrá ningún tipo de problema a la hora de llevar a cabo el proyecto. ¿La prueba? Hasta ayer, y en poco más de tres años, ya ha inaugurado 10,1 kilómetros de metro en la capital, y antes de febrero de 1999 pondrá en marcha otros 26,6 kilómetros (27 estaciones nuevas), hasta completar los 37,6 kilómetros que suma la ampliación total del metropolitano diseñado por la Consejería de Obras Públicas.

Además del metro del sur, Ruiz-Gallardón se comprometió a "construir una gran avenida urbana, la Gran Vía de Villaverde, sobre las actuales vías del ferrocarril y sin necesidad de soterrar éstas, que quedarían por debajo de la nueva avenida" diseñada por el Gobierno regional.

Esta nueva gran transversal de Villaverde tendrá 3,1 kilómetros de longitud y permitirá la comunicación entre el oeste y el este del distrito. El coste estimado de la inversión alcanzará los 5.900 millones de pesetas, y será realizada por la empresa pública Tres Cantos, SA, la misma que llevó a cabo la construcción del municipio de Tres Cantos durante los años ochenta y noventa. El Gobierno retoma así una vieja idea de IU, coalición que había reclamado en varias ocasiones el soterramiento de las vías de tren de Villaverde.

Ruiz-Gallardón anunció también "la decisión de la Comunidad" de impulsar un tren de alta velocidad a Valencia en colaboración con los gobiernos regionales de Castilla-La Mancha y Valencia.

El presidente madrileño no tenía muy claro cómo se iba a financiar esta nueva y cara infraestructura. "Somos conscientes", dijo, "de que debemos recurrir a fórmulas imaginativas para buscar y encontrar la financiación adecuada a una necesidad que puede superar la capacidad de gasto de la Administración central". Por ello, reclamó que la iniciativa privada y las comunidades autónomas beneficiadas por este tren coordinen esfuerzos para emprender la obra. Ruiz-Gallardón jugaba con cierta ventaja, porque en los Presupuestos Generales del Estado para 1999, el Ministerio de Fomento ya ha reservado 2.564 millones para el proyecto.

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