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Interior prevé un gasto extra de 31.120 millones para mejorar la policía

El Ministerio del Interior prevé poner en marcha un plan para incentivar a los 50.000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y mejorar su equipamiento. El Proyecto Policía 2000 supone para el próximo trienio un gasto extra de 31.120 millones, al margen de la partida que se le asigne en los Presupuestos Generales del Estado. Interior, al hacer la radiografía de la situación actual, señala que el Cuerpo está desmotivado, burocratizado y mal dotado, mientras que la criminalidad se halla estabilizada "en unas tasas muy altas".

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El director general de la Policía, Juan Cotino, cuenta ya con el visto bueno del presidente del Gobierno, José María Aznar, para emprender esa renovación. De los 31.120 millones previstos, 14.270 millones se destinarán a la adquisición de nuevas armas, coches y equipos de transmisión y 16.850 para incentivar a los agentes mediante pluses de productividad. En el proyecto de presupuestos generales para 1999 se consignan 251.000 millones de pesetas para la policía."Debe acometerse la reforma del sistema en profundidad", señala el proyecto, tras reconocer que no es acertada la política que hace que España siga siendo el país europeo en el que hay más policías en relación al número de habitantes.

En el plan se hace una dura autocrítica de la situación actual del Cuerpo: la plantilla es escasa y está mal distribuida por áreas de actuación y geográficas; hay pocos policías dedicados a prevenir la delincuencia y "demasiados" a vigilar edificios; hay muchos burócratas; el personal está "desmotivado" y "en su jornada laboral, aparentemente larga, dedican escaso tiempo a su función"; las comisarías son viejas; el armamento y los chalecos antibala están obsoletos, igual que los coches; la estructura informática y los equipos de transmisión son insuficientes o inoperantes...

Frente a la lamentable situación del Cuerpo Nacional de Policía, el proyecto reconoce abiertamente que "persiste una sostenida escalada de la delincuencia, con un repunte de la más violenta", pese a que los sucesivos Gobiernos de los últimos años han vendido sus éxitos frente a la criminalidad. "Este aumento de los delitos de carácter violento produce un sentimiento de mayor temor en la población y un aumento de la inseguridad", se dice en el texto del proyecto. "Afortunadamente, los delitos más temidos son los menos frecuentes. Pero los más frecuentes siembran un cierto sentimiento de impunidad: se reprimen en muy pequeña medida, especialmente desde el punto de vista judicial".

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Cotino entregó el texto la semana pasada a los sindicatos policiales para que antes de un mes expresen su opinión sobre el proyecto. El director general de la Policía también se ha reunido con 45 comisarios de toda España para debatirlo y que expongan su parecer.El plan, que es resultado de la experiencia obtenida tras la puesta en marcha de la denominada Policía de proximidad -un servicio consistente en patrullas de barrio-, se estructura en seis programas de actuación para los próximos tres años. A través de estos programas se pretende remodelar los servicios territoriales, los servicios funcionales, los procedimientos operativos, optimizar los recursos humanos y mejorar los equipamientos, así como poner en marcha el denominado Programa SeisporSeis .

Este consiste en incrementar durante 1999 la actuación policial en seis ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Alicante) para combatir mejor las seis infracciones más frecuentes en España (robos de coches, sustracción en el interior de los automóviles, robos en establecimientos, tirones de bolsos, tráfico de drogas a pequeña escala y gamberrismo en sus diversas modalidades).

Los policías se verán seriamente afectados por la remodelación que pretende el Ministerio del Interior. Muchos agentes tendrán que cambiar previsiblemente su actual destino de vigilancia de edificios, al ser sustituidos por cámaras y otros sistemas. Cotino también quiere acabar con la vigente jornada de cinco turnos -consistente en trabajar un día por la mañana, al siguiente por la tarde, al tercero por la noche, y los dos días siguientes estar franco de servicio- al considerar que se trata de un sistema trasnochado y perjudicial. Éste puede ser uno de los aspectos que originará más confrontación con los representantes sindicales.

Con objeto de "motivar" a los agentes, la Dirección General de la Policía preve gastar en los próximos tres años más de 16.000 millones de pesetas en pluses de productividad. Inicialmente, cada agente cobraría 30.000 pesetas al mes a cambio de cumplir los objetivos que se le marquen.

La dificultad reside en crear un baremo que sirva para medir si el agente cumple o no eficazmente su misión y, por tanto, si es merecedor del plus de productividad. "¿Se va a volver al antiguo sistema de los palotes? Es decir, ¿se va a pagar más al policía que simplemente haga más detenidos?", se pregunta un representante sindical. "No, desde luego que no", responde un alto mando de la policía, que reconoce que el baremo habrá de ser elaborado por consenso.

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