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MUJERES

La demografía se alía a la causa feminista

Los expertos ven en las mujeres la nueva mano de obra cualificada que necesitará Europa

Gabriela Cañas

Dos generaciones de europeas han sufrido el paro y la merma de su capacidad reproductiva. Pronto sus hijas se verán beneficiadas de ello. Porque Europa afrontará dentro de diez años una crisis demográfica sin precedentes en tiempos de paz. La población activa tomará un rumbo descendente y la actividad económica necesitará nueva mano de obra cualificada, como la de las mujeres. "En los momentos de crisis, siempre se recurre a ellas", recordaba esta semana en Bruselas la eurodiputada alemana Karin Junker. Las europeas aprovecharán la coyuntura, pero, dicen, no a cualquier precio.

En la Unión Europea hay 150,1 millones de europeos con empleo y otros 18 millones en el paro. Pero, según todas las estadísticas, a ellas les queda la peor parte. Cuatro de cada diez ocupados son mujeres, pero ellas sólo disfrutan de una tercera parte de los empleos a tiempo completo, que son en total 124,5 millones y cobran entre un 15% y un 30% menos que sus colegas varones por el mismo trabajo. En todos los países de la Unión, salvo en Suecia y el Reino Unido, la tasa de desempleo femenino es mayor que la del hombre. En algunos países, como España, Bélgica, Italia y Grecia, la diferencia es escandalosa. Entre los españoles hay, por ejemplo, un 13,09% de parados, mientras que entre las españolas es del 26,6%.La dificultad en compatibilizar la vida laboral y la vida privada ha tenido un doble precio para las europeas: peores puestos laborales (o el paro) y menos hijos (o ninguno). Todo ello, por contra, mientras se preparaban y preparan para competir en el duro mercado laboral con resultados académicos espectaculares. El resultado es que las nativas europeas constituyen hoy día "la más grande reserva de mano de obra cualificada desempleada o subempleada". Así lo exponía esta semana en Bruselas Jill Rubery, una experta en temas de empleo que trabaja para la Comisión Europea, en el congreso Igualdad es el futuro, auspiciado por la Unión Europea. Según Rubery, tomando como reserva a la población inactiva y desempleada, las europeas suponen el 31% del total de personas en edad laboral confinadas a la reserva con estudios medios y superiores, mientras que los hombres son sólo el 15%.

La población europea (372,6 millones actualmente) está prácticamente estancada, pero las previsiones hablan de punto culminante en el 2010, año en que empezará la curva descendente, si es que ésta no comienza antes. El nuevo escenario va a necesitar a las mujeres y su cualificación les puede preservar del temor al flujo de mano de obra inmigrante. Pero las europeas no se fían y, además, proponen la revolución. Si ese mercado que las ha marginado las necesita es él quien debe adaptarse. No ellas, como hasta ahora. Así que las mujeres no sólo exigen igualdad de salarios a tareas similares; también reclaman cambios profundos: horarios laborales más cortos o más flexibles, trabajo a tiempo parcial bien remunerado, permisos parentales que puedan disfrutar tanto el padre como la madre y, por supuesto, infraestructuras públicas suficientes para atender a los niños y a los mayores, pues estos últimos tienden a convertirse en legión y han estado tradicionalmente a cargo de sus parientes femeninos.

La entrada de mujeres en el mundo laboral va a requerir, a su vez, nuevas empresas de servicios. En Europa hay 17 millones de pequeñas y medianas empresas (pyme) y sólo el 30% las dirigen mujeres.

Pero hay otro enfoque sobre este asunto. El mercado laboral ya está en plena transformación e impone, a su vez, sus propias reglas. "Se calcula que habrá que cambiar entre cinco y siete veces de puesto en una carrera profesional", explica Susan Waddington, eurodiputada británica.

En definitiva, las expectativas no abren un camino exento de dificultades. Pero lo que nadie cuestiona es que habrá que aprovechar la coyuntura.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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