_
_
_
_
_

El PSC rompe el pacto con IC en Cerdanyola por la tala de 90 árboles

La tala de cerca de 90 plátanos centenarios de la avenida de Cataluña de Cerdanyola el pasado 21 y 22 de agosto ha tenido también consecuencias políticas. En el pleno celebrado el pasado jueves, el grupo municipal de Iniciativa per Catalunya (IC) hizo una "autocrítica" por la manera en la que había actuado el consistorio en agosto. A la mañana siguiente, la alcaldesa, Cristina Real, socialista, anunció la ruptura del pacto con IC. Las declaraciones de la alcaldesa eran tajantes: "Entendemos que con esta crítica, Iniciativa no ha sido corresponsable con las decisiones del gobierno local". Antoni Morral, portavoz municipal de IC-EV, se desmarcó desde un principio de la actitud del PSC y de CiU, que también forma parte del Ayuntamiento: "Nosotros no criticamos el proyecto, sino la forma en que se ejecutó", afirmó Morral, también teniente de alcalde y concejal de Medio ambiente y Sanidad. Desde el primer momento, Iniciativa estuvo de acuerdo en reformar la avenida, pero advirtió que los vecinos necesitaban más información, manifestó la necesidad de diálogo y calificó de "error" la celeridad con la que se había actuado. "Se procedió con demasiada rapidez". Una crítica a la que la alcaldesa ha contestado afirmando que llevaban "dialogando con la asociación de vecinos y comerciantes siete meses" y que estaban convencidos de que habían actuado de forma "correcta". Gobierno PSC-CiU El día en el que aparecieron las máquinas, los vecinos, de forma espontánea, bajaron a la calle e impidieron que éstas hicieran su trabajo. A la mañana siguiente, ocho furgones del Cuerpo Nacional de Policía acompañaban a los trabajadores de la empresa encargada de eliminar los plátanos centenarios. Los agentes antidisturbios desalojaron a los vecinos, que por segundo día consecutivo se agarraban a los troncos en un vano intento de salvarlos de la caída. No hubo incidentes graves, pero el enfrentamiento entre los manifestantes y la policía no estuvo exento de tensión. Iniciativa también criticó esta intervención policial. La asociación Cerdanyola Viva se convirtió en portavoz de estos ciudadanos, convocó varias manifestaciones y recogió firmas pidiendo la dimisión de Real. Tanto los socialistas como los convergentes acusaron a los integrantes de esta asociación de estar manipulados por el Partit per la Independència (PI). Por el contrario, Antoni Morral siempre ha manifestado que esta iniciativa de protesta fue ciudadana y no política. Por otro lado, Morral afirma que ya estaba advertido de que si hacía la autocrítica pública sobre la actuación del equipo de gobierno, sería destituido. "Pero si formar parte de un gobierno quiere decir estar amordazado y no poder opinar, prefiero estar fuera de él", dijo. A partir de ahora serán el PSC y CiU los que gobernarán en Cerdanyola.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_