Los juristas reprochan a la Generalitat que se desentienda de los niños magrebíes ilegales

Barcelona [EN] Diferentes juristas coincidieron ayer en criticar la actuación que la Generalitat ha tenido en los últimos meses hacia el colectivo de menores magrebíes que viven en situación de desamparo en las calles de Barcelona y de otras poblaciones del área metropolitana. En lo que va de año, 448 jóvenes han sido puestos a disposición de la Administración autonómica, pero su estancia en los centros de menores apenas ha durado días e incluso horas ante la pasividad de la Administración. Los especialistas consideran que este colectivo necesita unos programas muy concretos de actuación y que como no se le ofrece opta por seguir viviendo en la calle.

Una juez de familia de Barcelona que prefiere quedar en el anonimato aseguró ayer al ser consultada por este diario que "la ley encarga a la Generalitat la función de tutelar a los menores de 18 años que estén en situación de desamparo, sea cual sea su situación legal o procedencia". Esta magistrada recordó que a su juzgado, por ejemplo, no ha llegado ningún caso de desamparo de un niño magrebí que haya sido encontrado por la calle. "Es curioso que haya tanto afán por los niños recién nacidos y, en cambio, tanta pasividad con los que necesitan ayuda", aseguró, por su parte, la abogada María José Varela, especializada en derecho de familia. Del mismo modo, el abogado de SOS Racisme Jordi Galdeano aseguró que "compete a la Generalitat y no a los ayuntamientos los programas para tratar a estos niños". La Generalitat tiene transferidas desde hace años las competencias sobre menores, que actualmente gestiona la Dirección General de Atención a la Infancia (DGAI), adscrita al Departamento de Justicia. El Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de que solamente en lo que va de año ha realizado 448 presentaciones de menores a los centros abiertos de la Generalitat. Las cifras oficiales aseguran que la media es que un mismo niño magrebí ilegal haya sido presentado una media de tres veces. PASA A LA PÁGINA 4