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El Consejo de Seguridad exige un alto el fuego inmediato en Kosovo y amenaza con acciones

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó anoche una resolución por 14 votos a favor y una abstención (la de China), en la que advierte a la República Federal Yugoslava y a su presidente, Slobodan Milosevic, con medidas de fuerza para imponer la paz en la región. El texto exige un inmediato alto el fuego y el inicio de negociaciones entre las partes implicadas para lograr una solución pacífica. "Hoy, el Consejo de Seguridad envía un fuerte y claro mensaje: no toleraremos la continuidad de la violencia, de la ausencia de respeto a las leyes, de la represión y violación de los derechos humanos en Kosovo", dice la resolución.Pese a su dureza aparente, y a que se basa en el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, el que permite el uso de la fuerza, el Consejo se reserva la posibilidad de adoptar "medidas adicionales y otras acciones para restaurar la paz y la estabilidad en la región". La interpretación de esas palabras no es unánime. Estados Unidos considera que permite tomar cualquier iniciativa de fuerza, si Milosevic incumple con lo exigido o la situación sobre el terreno en Kosovo lo requiere. Pero todos los otros países miembros que votaron la resolución no están de acuerdo con esa visión. Para ellos, y sobre todo para Rusia, que posee el derecho de veto, una acción militar necesitará, a su juicio, una nueva resolución.

Los ministros de Defensa de la OTAN, reunidos en la localidad portuguesa de Vilamoura, dieron ayer la bienvenida a esta resolución, que consideran redactado en un leguaje "firme y nada ambiguo" y que servirá para presionar en favor de una salida negociada.

La Alianza tiene ya casi ultimado un plan de intervención militar en Kosovo que incluye ataques selectivos sobre objetivos militares serbios y un amplio despliegue terrestre para imponer y controlar un alto el fuego, según fuentes de la organización, informa desde Vilamoura Javier García. Los ministros de Defensa de la OTAN tienen preparado un segundo plan de ayuda a los cerca de 50.000 refugiados, cuya situación puede deteriorarse aún más con la llegada del invierno.

En este sentido, la resolución adoptada anoche por el Consejo de Seguridad de la ONU también advierte de ese peligro y exige a las partes que tomen medidas para proteger sus vidas y garantizar su retorno a sus casas.

El presidente serbio, Milan Milutinovic, reaccionó ayer, antes incluso de la adopción del texto, advirtiendo que sus Fuerzas Armadas están preparadas para defender la soberanía nacional y repeler cualquier ataque procedente del exterior.

El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, solicitó en una carta dirigida al ministro austriaco de Exteriores, Wolfrang Schüssel -cuyo país ocupa este semestre la presidencia de turno de la Unión Europea- una actitud más enérgica frente al Gobierno yugoslavo, pues "margen para evitar lo peor puede estar estrechándose cada día".

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