La opción a la que se enfrenta Alemania

Las elecciones alemanas del próximo domingo (...) tienen una importancia fundamental por tres razones. En primer lugar, señalan el final de una era. Con independencia de cuál sea el vencedor, (...) es la última elección en la que participará Kohl. (...) Muy pronto, un líder de la generación posbélica, con recuerdos y experiencias totalmente distintos (...), accederá a la cancillería. En segundo lugar, quienquiera que sea el vencedor se enfrenta a retos de calado. La capital alemana se traslada al Este, a Berlín, y el país está a punto de abandonar su emblema de posguerra, el marco.(...) Por último, el próximo canciller se convertirá en el líder de Europa en un momento en el que está muy necesitada de liderazgo. Al ocupar la Presidencia de la UE el próximo año, Alemania supervisará importantes decisiones que afectan a la incorporación de nuevos países de la Europa oriental y a la reforma agrícola e institucional. Y, con el advenimiento del euro, Europa estará abriendo se paso hacia un nuevo papel internacional en un mundo en convulsión económica. El canciller alemán necesitará una mano firme, una mente despejada e ideas nuevas. ¿Cuál de los dos candidatos tiene esta combinación? (...) Todo se resuelve en una elección de personalidades: lo conocido y gastado frente a lo nuevo e incierto; (...) el mejor candidato a canciller no sería ninguno de los dos, sino el político a quien Kohl ha ungido sucesor como líder de la CDU, Wolfgang Schäuble (...).

22 de septiembre