Un genio al teclado
Un andaluz gana un premio nacional de Jóvenes Investigadores
Álvaro Luis Maroto, un cordobés de 20 años, no se consideran un genio al teclado. No, a pesar de que ha desarrollado en solitario un programa de ordenador para que los ciegos puedan seguir el sistema de enseñanza de música del conservatorio. No, a pesar de que su proyecto fue galardonado con uno de los seis premios del el Instituto de la Juventud en el Congreso de Jóvenes Investigadores, que se celebró en Mollina (Málaga) la semana pasada y en el que se presentaron otros 34 proyectos. Ganar no ha sido moco de pavo. La Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva había seleccionado, de entre 146 trabajos, los mejores para el encuentro. Pero Álvaro le quita importancia. "Después de tantos años algún dominio tenía que tener". Este joven vive desde los siete años sumergido en sus dos pasiones: la música y la informática. A los siete años su padre le regaló un ordenador. "Uno de esos que hacían un ruido horrible, que tenías que enchufar a la tele", exclama. También a esa misma edad comenzó a sentarse frente a otro teclado: el del piano. Este año termina la carrera de solfeo y, para no quedarse atrás, va a comenzar a estudiar Informática en la universidad. Invimúsica, nombre con el que Álvaro ha bautizado su invento, incluye el mismo programa que el conservatorio: historia de la música, ritmo, entonación y canto, y dictados musicales. Transforma la información visual en sonido para que cualquier invidente pueda seguir el mismo temario sin problemas. Está plagado de ejemplos y se pueden realizar ejercicios prácticos, bien a través de un teclado de piano electrónico o con un altavoz incorporado al ordenador. "Lo he probado con mi padre que no tiene ni idea ni de música ni de informática y funciona muy bien", asegura. Hace dos años, Álvaro presentó un programa que adaptaba el entorno Windows para ciegos en el Congreso de Jóvenes Investigadores. Ganó. Un año más tarde se presentó en el Congreso Europeo "representado a España". También ganó. Intentó comercializarlo a través de la ONCE, "pero al final todo se quedó en palabras". Es algo muy común según el director científico del congreso, Víctor Fernández: "Como son jóvenes no terminan de confiar en ellos". Invimúsica no ha sido el único proyecto andaluz. Adiós, peseta, adiós y Cóclea plurisensitiva, un juguete científico completan el panorama de jóvenes investigadores de la comunidad que han encontrado un hueco en este congreso. El primero es un estudio comparativo entre la moneda española y el euro y ha sido realizado por cinco estudiantes de FP de un Instituto de Marchena (Sevilla). El juguete científico era una maqueta que dos estudiantes de Ingeniería de Caminos de Granada diseñaron pensando en un parque de atracciones. Su objetivo era convertirse en un artefacto de nueve metros de diámetro donde los visitantes pudieran "potenciar y descubrir los sentidos", dice Vanessa Anula, una de las estudiantes. "La idea era que las personas entrasen descalzos y con los ojos vendados y adivinasen lo que estaban oliendo, tocando o pisando".
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