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EL 'CASO LEWINSKY'

Clinton pide que la lucha contra el terrorismo sea la prioridad internacional

Pese a sus problemas personales, Bill Clinton culminó el malabarismo y fue recibido con una calurosa ovación al inaugurar la 53ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York. Simultáneamente a la emisión del vídeo de su testimonio en el caso Lewinsky, el presidente norteamericano pronunció un discurso sobre la lucha internacional contra el terrorismo en el cual subrayó la necesidad de "confianza" entre las culturas como requisito para lograr la paz.

"Hay que pensar en el terrorismo en otros términos", dijo Clinton. "No como un choque de culturas sino como un choque entre el pasado y el futuro". El presidente compareció ante el pleno de la Asamblea quizá con un talante un poco menos enérgico que el que cabría esperar en circunstancias normales. Pero la ovación de los delegados y el tono de su discurso reforzaron por unos minutos su talla indiscutible de líder mundial.Citando a Eleanor Roosevelt, Clinton culminó al término de unos diez minutos su discurso en la Asamblea con la frase "No puede haber paz sin confianza". Un Clinton humanista reiteró, en tono firme, que hay que negociar con la Declaración de Derechos Humanos por delante y acabó pidiendo otra vez "confianza" hacia el interlocutor de toda negociación. En ese momento dio las gracias y los delegados le dedicaron otro sonoro aplauso, ahora de despedida.

El presidente empezó diciendo que "hay mucho que celebrar" respecto a las zonas conflictivas del mundo en las que se está afianzando la paz, como Bosnia o Irlanda del Norte. "Hay más gente ahora capaz de decidir sobre su propio destino que en cualquier otro momento de la historia", afirmó. "Y la ONU merece una gran parte del crédito por eso". Sin embargo Clinton recordó los recientes atentados sobre las embajadas americanas en Kenia y Tanzania para explicar que "nadie está a salvo" y que "todas las naciones deben poner el terrorismo a la cabeza de la lista de prioridades".

En una sesión que fue seguida por un discurso de Nelson Mandela, y en la que también intervendría el presidente iraní Mohamed Jatamí -la primera visita de un líder de ese país a EEUU en diez años-, Clinton restó crédito a las posturas que hablan de un enfrentamiento cultural entre occidente con los países islámicos como germen del terrorismo. "Es una manipulación", aseguró el presidente estadounidense.

"Los americanos respetamos y honramos el Islam. No hay una guerra de América contra el Islam". "Tenemos que pensar en el terrorismo en nuevos términos", prosiguió Clinton. "No como un choque de culturas sino como un choque entre el pasado y el futuro, entre la esperanza y el miedo, entre el caos y la comunidad".

El presidente dijo que iba a pedir más dinero al Congreso para combatir el terrorismo en capítulos como la seguridad aeroportuaria, el control de tráfico de armas, pero los delegados se quedaron con ganas de que dijera algo más sobre la deuda de 1.500 millones de dólares que EEUU tiene con la ONU, y que también debe aprobar el legislativo. Los atrasos de las aportaciones norteamericanas están ligados, por voluntad de Jesse Helms, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, a una disputa sobre el aborto entre republicanos y demócratas.

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Además de su discurso ante la Asamblea General, Clinton llevó a cabo ayer en Nueva York una apretada jornada de encuentros bilaterales con líderes mundiales.

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