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CiU quiere controlar las adhesiones a la Declaración de Barcelona

Francesc Valls

A la Declaración de Barcelona le crecen fobias y filias por generación espontánea. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el Partit per la Independència (PI) quieren ahora sumarse a esa iniciativa puesta en marcha por CiU, PNV y BNG. Sin embargo, Convergència i Unió tiene la intención de administrar estas adhesiones y disfrutar de momento en solitario del rédito político que genere la citada declaración. Si otros nacionalistas catalanes desean unirse al proyecto no será desde la platea.

Desde CDC se asegura que todas las adhesiones son bienvenidas. Pero a renglón seguido se deja claro que los recién llegados no pueden aspirar a sentarse en puestos preferentes similares a los que ocupan los cuatro socios fundadores: CDC, UDC, BNG y PNV. Desde Esquerra Republicana se ha pedido el ingreso en el colectivo de nacionalistas, aunque su vicesecretario general, Josep Huguet, expresó ayer su preocupación por la utilización que pueda hacer de la Declaración de Barcelona el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, únicamente centrada en los aspectos económicos. El portavoz de PI, Albert Roig, instó ayer a una apertura de la Declaración de Barcelona también a su partido. Lo que resulta más atrayente para estas dos fuerzas nacionalistas minoritarias es la reforma de la Constitución que se ha planteado desde el PNV y el BNG, un asunto al que CiU se muestra remisa, más interesada en una pragmática relectura de la Carta Magna que ofrezca unas cotas de soberanía suficientemente importantes para Cataluña. Otro de los elementos que ha movido a ERC y a PI a sumarse a la propuesta ha sido el carácter rupturista, de segunda transición, que se ha dado a esta declaración a raíz del encuentro celebrado en Vitoria esta misma semana. El dirigente del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Xosé Manuel Beiras, manifestó en esa ocasión que había llegado el momento de "sacar del congelador" lo que fue metido ahí durante el proceso de transición y el periodo constituyente. CiU se muestra receptiva ante estas adhesiones, pero una vez cerrado el proceso y quedando clara la paternidad del proyecto, un capital que le puede resultar sumamente rentable en su camino hacia las proximas elecciones autonómicas el próximo mes de marzo. Por el momento, todo parece indicar que las nuevas adhesiones deberán aguardar a la reunión de Santiago de Compostela, el próximo mes de octubre, una vez ultimado el proyecto.

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