La "caravana solar" de Greenpeace intenta concienciar a los navarros sobre las ventajas de las energías renovables
Una central fotovoltaica, bautizada como Sole, permitió ayer que algunos hogares de Pamplona se alimentaran durante un día, aunque fuera casi de modo testimonial, con electricidad generada por la luz del sol. Se trata de una iniciativa de Greenpeace, que con su caravana solar se ha lanzado a recorrer buena parte del territorio español para reclamar el apoyo a las energías renovables y concienciar a los ciudadanos dando a conocer las posibilidades de esta tecnología "no contaminante". La caravana estará hoy en Tudela. Enchúfate al sol es el mensaje que la organización ecologista extendió ayer entre los vecinos de Pamplona que pudieron contemplar cómo gracias a un sistema de módulos solares conectado a cualquier enchufe normal se obtiene electricidad. Un sistema que, además de "limpio", es "sencillo" en opinión de los promotores del proyecto. "Los módulos solares convierten la luz del sol en corriente continua que, a través de un inversor, se convierte en alterna. Esta energía se inyecta en la red eléctrica a través de un enchufe y cualquiera puede ya utilizarla", explicó ayer el responsable de este proyecto de Greenpeace, José Luis García Ortega. Pero son numerosas las barreras con las que los ecologistas chocan en su pelea por un mundo "menos contaminado". La principal es, en su opinión, el vacío legal al que tiene sometido el Gobierno a la energía solar. A este respecto y como ejemplo, Greenpeace exige el cumplimiento del objetivo fijado en el Plan Energético navarro, aprobado por el Parlamento foral, que prevé que el 100% de la electricidad que se consuma en Navarra sea de origen renovable para el año 2010. Un plan que, no obstante, "se encuentra amenazado por las centrales térmicas que Iberdrola e Hidrocantábrico quieren construir en la localidad navarra de Castejón", matizó José Luis García Ortega. Si el Plan Energético de Navarra podría ser un ejemplo para toda Europa, tal y como los ecologistas manifiestan, el diseñado por el Gobierno vasco es "totalmente retrógrado". "Su única apuesta razonable es la de la energía eólica. Pero es lamentable que pretenda seguir dependiendo de fuentes energéticas exteriores y no autóctonas", concluyó.
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