París espera que la banda terrorista "confirme con hechos" su anuncio

Pese al silencio que se autoimpuso el Ministerio de Interior, cuyo titular, Jean-Pierre Chevènement, permanece hospitalizado tras quedar en coma a causa de las complicaciones surgidas durante una intervención quirúrgica, el Gobierno francés acogió con manifiesto interés la noticia de la tregua. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores indicó a media tarde, por toda declaración oficial, que el Ejecutivo francés juzga "positivo" todo lo que "permita poner término a la violencia". Exteriores añadió escuetamente que el "comunicado de ETA debe ahora ser confirmado por los hechos".Aunque las referencias de ETA al Gobierno francés no pasaron desapercibidas en los ministerios, los portavoces del Ejecutivo de París se cuidaron mucho de darse por aludidos para no entrar en el juego de la banda. La pretensión de implicar al Gobierno francés en la resolución del "conflicto" suena disparatada en los ambientes gubernativos y políticos. Lo escueto del comunicado de Exteriores se explica por la imposibilidad diplomática de ir más allá de la posición del Ejecutivo español, al margen de las dudas que puedan existir en determinados momentos sobre lo acertado de la política antiterrorista de Madrid.

Los medios informativos, por su parte, dedicaron a la noticia un espacio considerable, aunque sin aventurarse en análisis sobre el fundamento de la tregua y los verdaderos propósitos de la organización terrorista. Las televisiones recuperaron para la ocasión las imágenes más espectaculares de los encapuchados y unos y otros pusieron el acento en la Declaración de Lizarra suscrita por los nacionalistas vascos.