Los demócratas exhortan a Clinton a que se deje de eufemismos legales

El presidente Bill Clinton mantuvo anoche en Nueva York un encuentro con los dos principales líderes demócratas en el Congreso, Richard Gephardt y Tom Daschle, que por el momento se niegan a oponerse frontalmente a la posibilidad de que el presidente sea sometido a una investigación sobre delitos susceptibles de impeachment. El congresista Gephardt y el senador Daschle le recomendaron que se deje de marear la perdiz con eufemismos legales, coja el toro por los cuernos y confiese que sus relaciones con la becaria Monica Lewinsky fueron de naturaleza sexual. Los demócratas se sentirían entonces más motivados para defenderle.Daschle fue aún más explícito al advertir a Clinton, a través de un comunicado, de que los continuos trucos legales pueden costarle la pérdida del apoyo demócrata. "El presidente tuvo, como admitió, una relación sexual inequívocamente equivocada, y no dijo la verdad sobre ella. El presidente y sus asesores deberían aceptar que seguir montando disputas legales no sirve a sus intereses", afirma el senador.

Por la mañana, Clinton habló en Nueva York de economía para reforzar la imagen de que el caso Lewinsky no está mermando su capacidad para gobernar. El primer presidente demócrata en la historia de EE UU acusado ante el Congreso de delitos susceptibles de destitución enfatizó la gravedad de las crisis financieras en Rusia y Asia e informó de que ha pedido al secretario del Tesoro, Robert Rubin, y el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, que convoquen una cumbre internacional de ministros de Economía en los próximos 30 días. Se trata, dijo, de "adaptar la arquitectura financiera internacional al siglo XXI".