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Arrasado por el fuego un hotel de Canfranc sin que hubiera víctimas

El Ayuntamiento de Canfranc (Huesca) ha criticado duramente la precariedad de los servicios de socorro y extinción de incendios del Pirineo. La crítica se hizo ayer, a las cuatro de la tarde, precisamente al tiempo que concluían las tareas para sofocar un fuego que desde las dos de la tarde del sábado arrasó un complejo hotelero de 30 habitaciones y un albergue contiguo, pero sin causar víctimas.

El hotel Montglasse se inauguró en 1933 tras la rehabilitación de un antiguo edificio. Los daños causados en él por el incendio se calculan en unos 300 millones de pesetas. Toda la población de Canfranc se volcó en extinguir un fuego que evocaba terribles imágenes, ya que el 25 de abril de 1944 el pueblo que dio nombre a la estación internacional de ferrocarril ardió por los cuatro costados al prenderse una de las viviendas de la localidad y no funcionar las mangueras guardadas en el Ayuntamiento. Las 100 casas fueron devoradas entonces por las llamas, y la población se trasladó a Canfranc-estación. El general Franco anunció que el pueblo se levantaría de nuevo, pero las colectas por los espectáculos y el salario de un día de todos los obreros del país nunca llegaron a la población oscense.El sábado se temió la repetición de la triste historia. Todo comenzó a las dos de la tarde, cuando en el hotel se declaró un incendio en una de las plantas. En ese momento los más de 50 clientes fueron desalojados y el incendio pareció controlado con la ayuda de los bomberos de la mancomunidad y de Huesca.

Hacia las ocho de la tarde, sin embargo, las llamas rebrotaron en la parte alta del edificio y, mientras los bomberos de Jaca, Sabiñánigo y Huesca se afanaban en enfriar un depósito de gasoil de 3.000 litros, propiedad del hotel, más de 40 familias que habitaban las casas cercanas tuvieron que ser desalojadas y la calle principal cortada ante el riesgo de hundimiento del inmueble. Entrada la noche, el fuego se extendió al albergue contiguo, que resultó también completamente destruido.

Para entonces ya se habían pedido refuerzos a los bomberos de Zaragoza y varios pueblos de la provincia, así como de Sangüesa, en Navarra. Ayer, por la tarde, el alcalde de la localidad, el independiente Víctor López, aseguró: "No se concibe el estado en que estamos. Los servicios que tenemos en el Pirineo se han demostrado escasísimos y ha sido necesaria la presencia de bomberos de Zaragoza, capital y provincia, y Navarra para acabar con las llamas". López criticó que estos servicios estén a 250 kilómetros de la estación fronteriza con Francia: "Se ha demostrado que cuando llegaron los bomberos que están bien equipados las llamas han podido ser controladas".

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