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LA REFORMA FISCAL

El PSOE y el Gobierno se enzarzan en un agrio debate ante la reforma del IRPF

El Partido Socialista presentó ayer en Madrid su propuesta de reforma del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que es su alternativa a la aprobada por el Gobierno. Esta reforma, que es una de las iniciativas más radicales adoptadas por el Ejecutivo del PP, comenzará a debatirse el jueves en el Pleno del Congreso de los Diputados. El PSOE, cuyo programa fue presentado por su portavoz de Economía, Juan Manuel Eguiagaray, sostiene que la reforma del PP supondrá un coste recaudatorio cercano al billón de pesetas, mientras que el Gobierno asegura que será de entre 350.000 y 400.000 millones. Además, el PSOE sugiere aumentar los impuestos sobre las grandes fortunas, al estilo del Gobierno francés. La ofensiva del PSOE se sustenta en una campaña bajo el lema No muerdas el anzuelo y el partido tiene previsto presentarla por toda España. En ella distribuirá 5.000 carteles, 6.000 folletos y 100.000 trípticos. Asimismo, el principal partido de la oposición prevé realizar actos conjuntos con otros grupos que se oponen al proyecto del Gobierno, como sindicatos y partidos de izquierda.Según el PSOE, "el modelo fiscal es insolidario". El IRPF, el principal impuesto por su capacidad recaudatoria, "se basaba hasta ahora en una filosofía doblemente progresista, gravaba por igual al conjunto de las rentas y de forma progresiva, para que pagara más quien más tuviera". Con el PP, según el PSOE, "no todos pagamos los mismos impuestos y, a igualdad de rentas y de circunstancias familiares, las rentas empresariales y las de capital contribuyen menos que las de trabajo".

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"Falso giro al centro"

Para Eguiagaray, "si se analiza la situación por contribuyentes, el 1% de éstos (125.000 personas) con mayores rentas dejarán de pagar la misma cantidad de la que se benefician siete millones de personas cuyos ingresos serán inferiores a dos millones".Sobre la premisa de que "el PP respalda a los grupos sociales que le son afines", Eguiagaray subraya que "está lejos del giro al centro" y atenta contra el Estado de bienestar. Para el portavoz de Economía socialista, la reforma del PP es una "operación que maquilla su auténtica dirección".

Subraya Eguiagaray el alto coste recaudatorio que supone la reforma y que ello reduce significativamente la capacidad del Estado para financiar los diversos gastos necesarios, tanto sociales como estructurales. Por este motivo, según Eguiagaray, "es absolutamente desaconsejable" llevarla a cabo. El diputado socialista mantiene que esa menor recaudación supondrá el aumento de otros impuestos y de tasas. En concreto, se refiere a las ya anunciadas sobre seguros y electricidad.

Ante ello, el PSOE propone una serie de puntos (véase cuadro), como sustituir el mínimo personal por un tramo a tipo cero y el mínimo familiar por deducciones de cuota; modificar la tributación de las rentas de forma que permita percibir parte de la renta al cónyuge no perceptor; mantener los actuales beneficios fiscales por adquisición de vivienda, con un límite de 30 millones; establecer la obligación de declarar en 1,4 millones para declaraciones individuales y en 1,5 en las conjuntas y pensionistas, e introducir impuestos para los grandes patrimonios, entre otras medidas.

Para el PSOE "es necesario" un proyecto alternativo en el que paguen más los que más ganan, que no haga recaer el peso del impuesto sobre las rentas de trabajo, que se ajuste a las limitaciones presupuestarias, y que dinamice la creación de puestos de trabajo.

El PP también inició su campaña particular. El secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, en una entrevista con Europa Press, sostiene que el PSOE se presenta con una propuesta contradictoria "en la que pretende bajar el impuesto a algunos colectivos y subírselo a pequeños empresarios y a más de un millón de familias, continuando con la política que practicó durante 13 años". Costa sostiene que la reforma del PP contempla una reducción del 11% para el conjunto de contribuyentes y que beneficiará a asalariados, pensionistas y familias.

También dice que, frente a la propuesta del PSOE, el Gobierno plantea "una reforma global del impuesto, necesaria para crear empleo y contribuir al crecimiento de 1999, año en el que todos los españoles verán reducir el pago de impuestos". "Ésta es la reforma", prosigue Costa, "de las rentas medias y bajas, que tendrán un recorte del 30% de media y, además no habrá los recortes sociales que han adelantado algunos analistas y entidades financieras". Se refiere Costa, entre otros, a informes del BBV y Argentaria, que valoraron la reducción de recaudación en 750.000 y 650.000 millones de pesetas, respectivamente.

Para Costa, el coste del impuesto se eleva a 600.000 millones, pero no supondrá pérdida recaudatoria en igual cuantía porque "la bajada del IRPF contribuirá a que el crecimiento sea mayor" y que el recorte esté entre 350.000 y 400.000 millones de pesetas.

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