El "nuevo Vallecas" choca con un yacimiento de sepiolita
El nuevo Vallecas (730 hectáreas, donde se levantarán 26.048 viviendas), uno de los cinco grandes barrios que el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado en las afueras de la capital ha tropezado con un yacimiento de sepiolita. Si la Comunidad de Madrid, para construir el parque temático de San Martín de la Vega, tendrá que verse las caras con las empresas yeseras que reclaman sus derechos de explotación sobre esos terrenos, el Ayuntamiento, por su parte, deberá enfrentarse a los extractores de sepiolita.La empresa minera Tolsa, propietaria de la concesión para extraer sepiolita del yacimiento existente en el nuevo Vallecas, no está dispuesta a renunciar a sus "derechos de explotación" sobre los terrenos. Y anuncia un contencioso judicial si el Ayuntamiento continúa con sus pretensiones de construir el barrio antes de que se pueda extraer el mineral.
Miguel Esteban, responsable de mercadotecnia de Tolsa, sociedad que en 1995 tuvo unas ventas cercanas a los 6.500 millones de pesetas, aclaró ayer que su empresa sólo reclama que le dejen sacar "toda la sepiolita de la mina y que después el Ayuntamiento haga lo que quiera". Añadió que Tolsa no ha emprendido todavía acciones legales contra el Consistorio porque "no hay aún plan de construcción del ensanche de Vallecas", pero anuncia que demandará al municipio cuando éste se apruebe.
La sepiolita es un material muy poroso que se utiliza como secante y absorbente. Uno de sus usos más comunes es como cama [sanitaria] para gatos. El kilo de este material cuesta entre las 65 y las 100 pesetas. El Ayuntamiento tiene previsto que en el nuevo Vallecas vivan 100.000 nuevos vecinos. Casi la mitad de los terrenos privados recalificados para levantar viviendas han sido comprados por la Administración pública. La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) ha adquirido terrenos para 3.500 pisos; el Ivima, propiedad de la Comunidad de Madrid, también ha comprado suelo para otras 3.000 casas. Otros dueños son Ibercaja, Ortiz Construcciones o las cooperativas Serporgesa y Rosa Luxemburgo.
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El municipio ofrece un acuerdo económico a la empresa minera para que renuncie a sus derechos
¿Sabían los gestores del ensanche de Vallecas que el suelo elegido escondía un yacimiento de sepiolita con dueño? "Claro, es que Tolsa tiene derechos de explotación en muchos sitios, desde la carretera de Barcelona a la carretera de Valencia; si por una cosa así nos frenáramos, Madrid no podría crecer", responde García Valcárcel.Otro problema añadido de la sepiolita es que por sus características naturales dificulta la construcción de edificaciones. El ejemplo más claro de este problema es la construcción del estadio olímpico de La Peineta, situado sobre una mina de sepiolita. La Comunidad de Madrid se gastó 1.000 millones de pesetas adicionales para cimentar a mayor profundidad.
Edificar en un suelo así encarece la construcción, porque hay que reforzar los cimientos, según los expertos. Aunque, como recuerda un profesor de estructura de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, todo el sur de Madrid tiene sepiolita y se han construido miles de viviendas sin ningún problema. "A lo sumo, su precio se puede encarecer un 5% por culpa de la sepiolita. Y a veces, ni eso", aclara.
El gerente del nuevo Vallecas también reconoce este problema, aunque no sabe precisar qué coste añadido supondrá sobre el conjunto de la urbanización. "No sabemos cuánto terreno ocupa la veta", especificó García Valcárcel.
Todavía falta tiempo para que las excavadoras entren en el nuevo Vallecas. El coordinador gerente calcula que hasta dentro de 16 meses no podrá arrancar la construcción del nuevo barrio.
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