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LA CRISIS RUSA

El espía convertido en salvador de Rusia

Yevgueni Primakov, que el próximo mes cumplirá 69 años, se ha convertido, contra su voluntad, en el salvador de Rusia, en la persona que es aceptable para todas las fuerzas políticas del país, desde el propio presidente Borís Yeltsin, hasta los comunistas, pasando por la oposición democrática encarnada en el partido de Grigori Yavlinski. Como jefe del Gobierno tendrá la dificilísima tarea de frenar la crisis, pero independientemente del resultado que tenga en su nuevo puesto, lo que sí es seguro es que tratará de aplicar su propia política, cosa en la que ha tenido éxito anteriormente, en especial como ministro de Exteriores.Primakov es un veterano de la política rusa, que en la época soviética formaba parte de la nomenklatura y que logró entrar en el selecto club de los intocables de la cúpula que dirigía la URSS: el Politburó del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), del que fue miembro suplente.

Nació Primakov el 29 de octubre de 1929 en Kiev (Ucrania), pero su niñez y juventud transcurrió en el Cáucaso del Norte, concretamente en Tbilisi, la capital de Georgia. Cuando terminó los estudios secundarios, se fue a Moscú, donde ingresó en el Instituto de Orientalismo. Éste era uno de los centros de enseñanza superior privilegiados de la URSS, a los que era muy difícil acceder, y sus diplomados generalmente eran contratados en importantes organizaciones y enviados después al extranjero, muchos como agentes del tenebroso y todopoderoso KGB, el Comité Estatal de Seguridad.

El arabista Primakov no fue una excepción a esta regla: comenzó su carrera en la Radiotelevisión de la URSS y más tarde la continuó en el diario Pravda, el influyente órgano del PCUS. Como corresponsal de este periódico -tarea que, según muchos, simultaneaba con la de espía-, fue enviado en 1966 a Oriente Próximo. Fue allí, en 1969, donde conoció al actual presidente de Irak, Sadam Husein. Sus buenas relaciones continuaron y, 20 años después, Primakov, según algunos observadores, sabía que Husein invadiría Irak. En vísperas de la guerra del Golfo, fue enviado por el entonces presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, en un intento de evitar en el último minuto el conflicto armado.

Los últimos años de la perestroika de Gorbachov fueron especialmente exitosos para Primakov: en 1989 es reelegido diputado (por la cuota del PCUS) y se convierte en el presidente de una de las Cámaras del Parlamento: el Consejo de la Unión del Sóviet Supremo de la URSS. El mismo año, en abril, es elegido miembro pleno del Comité Central del PCUS y, en septiembre, miembro suplente del Politburó.

Durante los últimos meses de existencia de la URSS, Primakov encabezó el servicio de espionaje, puesto que conservó cuando el imperio comunista dejó de existir. Como espía ruso número uno prácticamente desapareció de la vida pública durante todo un lustro, para reaparecer en enero de 1996 al frente de la diplomacia rusa. Su llegada al Ministerio de Exteriores significó un cambio radical de la política que había estado aplicando el Kremlin en la arena internacional. Atrás quedó el prooccidentalismo extremo de Andréi Kózirev y paulatinamente Moscú comenzó a realizar una política más independiente, tratando de defender sus intereses en las zonas que tradicionalmente habían sido de influencia rusa.

La trayectoria de Primakov muestra que como primer ministro hará lo que realmente considera necesario y no será un peón ni del presidente Borís Yeltsin ni de ningún magnate de la clase de Borís Berezovski (el hombre que había organizado el retorno de Víktor Chernomirdin).

El personaje sombrío, con gafas oscuras, que en su época de jefe del espionaje se le veía detrás del presidente, no tiene nada que ver con el Primakov que conocen sus amigos. A pesar de pasar por un duro en política, en el plano personal Primakov tiene fama de ser encantador y de poseer un gran sentido del humor. Es una persona alegre y optimista, aunque las tragedias personales no le son ajenas: su padre, un militar, fue ejecutado; muchos años después, quedó viudo y perdió a su hijo. Casado en segundas nupcias, tiene una hija del primer matrimonio.

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