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EL ENCARCELAMIENTO DE BARRIONUEVO Y VERA

"Nos queda nuestra dignidad y no la perderemos pidiendo el indulto", dicen Barrionuevo y Vera

Anabel Díez

El ex ministro José Barrionuevo y el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera reiteraron ayer su inocencia horas antes de iniciar viaje a Guadalajara, donde ingresaron en prisión a las 19.28 horas. Ambos despejaron cualquier duda sobre sus intenciones respecto a solicitar del Gobierno medidas de gracia. "Nos queda nuestra dignidad y no la perderemos pidiendo el indulto", manifestó Barrionuevo en nombre propio y en el de su compañero. Los matrimonios Barrionuevo y Vera agotaron las últimas horas juntos en el domicilio del ex ministro del Interior después de que terminara el desfile de visitas para mostrarles su solidaridad. El ex presidente del Gobierno Felipe González fue el último en salir.

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La calle en la que vive Barrionuevo estuvo muy concurrida desde primeras horas de la mañana. A los curiosos se unieron simpatizantes y militantes socialistas que prorrumpieron en aplausos cuando a las 12.25 Barrionuevo y Vera se apostaron en el portal para pronunciar un breve parlamento. "Inocentes, inocentes", fue la única proclama que se escuchó de entre los dos centenares de personas que apenas podían vislumbrar las caras de los dos ex altos cargos del Interior, prácticamente sepultados por las cámaras de televisión y la multitud de periodistas. "Ante nuestro inminente ingreso en prisión reiteramos nuestra inocencia. Nos queda nuestra dignidad y no la perderemos pidiendo el indulto, aunque agradecemos el gesto de quienes lo han hecho por amistad hacia nosotros".El ex ministro hizo una referencia al resto de los condenados por el secuestro de Segundo Marey, los cuales confesaron su participación en los hechos que se han juzgado. "No queremos que el resto de los condenados sean tratados igual que nosotros porque sus delitos han prescrito", dijo Barrionuevo. La siguiente referencia fue hacia sus compañeros de partido. En la misma línea que inauguraron ayer la mayoría de los dirigentes socialistas, empezando por el candidato a la presidencia del Gobierno, José Borrell: llamada a la calma. "Pedimos a quienes se solidarizan con nosotros que se mantengan con calma y con respeto a las instituciones". El ex ministro habló de las dos vías por las que debe transitar ahora este asunto. "Políticamente los problemas se resuelven en las urnas, con los votos; judicialmente agotaremos todas las vías, primero en el Tribunal Constitucional, y si es preciso en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo". Las últimas palabras fueron de agradecimiento a todos cuantos les han mostrado afecto y solidaridad. Los dos ex altos cargos de Interior saludaron con las manos en alto a los congregados y cerraron el portal.

Por la mañana habían recibido la visita de Joaquín Almunia y José Borrell. En el rato que estuvieron juntos no se habló de política, sólo hubo lugar para la amistad. El último en pasar por la casa de Barrionuevo fue Felipe González, que se confesó "triste" y aprovechó para pedir "tranquilidad" a los militantes del PSOE.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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