Los socialistas hacen responsable a Aznar del encarcelamiento de Barrionuevo y Vera

José Barrionuevo, ministro del Interior en los primeros gobiernos del PSOE, y Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, ingresarán esta tarde en la prisión de Guadalajara para cumplir la pena de 10 años que les impuso el Tribunal Supremo por el secuestro de Segundo Marey. Los socialistas responsabilizaron ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar, de que un ministro de Felipe González tenga que ir a la cárcel. La plana mayor del partido -encabezada por Joaquín Almunia, José Borrell y Felipe González-, así como un alto número de militantes, arropará a Barrionuevo y Vera en la puerta de la cárcel.

Para la ejecutiva del PSOE no hay duda de quién lleva a prisión a Barrionuevo y Vera. En una nota hecha pública ayer, afirma: "Hoy se sentirán finalmente satisfechos quienes, con Aznar a la cabeza, han venido persiguiendo por todos los medios a su alcance que un ministro socialista ingresase en prisión", hecho que la ejecutiva califica de "triste éxito". Los dos condenados no entrarán en la cárcel hasta esta tarde. La confusión del Ministerio del Interior por lo inhabitual del procedimiento utilizado por el Supremo para comunicar la orden de prisión provocó que hasta la tarde de ayer no se les comunicara el plazo de 24 horas para entrar en el penal. Su último día de libertad lo pasaron Vera y Barrionuevo recibiendo visitas de los principales dirigentes socialistas y reiterando que se está cometiendo una "injusticia" con ellos. En una entrevista con EL PAÍS, el ex ministro del Interior afirma que no hay que resignarse frente a la injusticia. "Era impensable", señala, "que, con lo que hemos pasado, las instituciones de nuestro país nos metieran en la cárcel". La reunión de la Sala Segunda del Supremo en la que se decidió el inmediato encarcelamiento de Barrionuevo y Vera no discurrió por los cauces de unanimidad que se desprendieron de la declaración pública del ponente, Joaquín Delgado. Tres de los 10 miembros de la sala presentes, los mismos que redactaron votos particulares contrarios a la sentencia condenatoria, se opusieron a la medida.