Trimble confía en obtener de Gerry Adams un rápido desarme del IRA

Con la reunión de mañana entre David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster (UUP) y primer ministro de esta provincia británica, y Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, se mueve una pieza clave para el éxito del proyecto político norirlandés. Trimble y la mayoría de los unionistas, que antes se habían negado a cualquier aproximación al Sinn Fein, dan así un voto de confianza al compromiso con la democracia que Adams reafirmó la semana pasada.

La nominación, días atrás, de Martin McGuinness como intermediario entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y la comisión internacional para el desarme ha facilitado la sin precedente oferta de diálogo de Trimble. "Es muy importante", señaló ayer en sendas entrevistas con el dominical The Observer y la BBC, "[el movimiento republicano] se ha subido en las escaleras mecánicas que inevitablemente conducirán al desarme efectivo. Cuanto antes suceda, mejor, porque realmente transformará las relaciones y facilitará el progreso".Las treguas del IRA, en 1994 y posteriormente en 1997, abrieron paulatinamente las puertas a sus representantes políticos del Sinn Fein. En su anterior visita a Irlanda del Norte, en 1995, el presidente Bill Clinton estrechó la mano de Adams en público. Dos años después, el primer ministro británico, el laborista Tony Blair, no sólo se entrevistó con el líder republicano, sino que también permitió su participación en las negociaciones de paz.

A pesar del creciente perfil internacional de Adams, el unionismo le negaba credibilidad mientras el IRA conservara intacta la maquinaria militar que, durante más de treinta años, ha utilizado en su ideal por conseguir la unidad de Irlanda. El IRA aún no ha entregado una iota de su arsenal, aunque sugirió, en un comunicado del pasado abril, que procederá con el desarme cuando la organización "lo decida". "El IRA sigue colaborando en la búsqueda de la paz y la justicia. Somos conscientes de nuestras responsabilidades", señaló el texto publicado en respuesta del Acuerdo de Stormont, que exige el desarme de todas las bandas armadas para el año 2000.

Esta semana, Trimble aprovechará sus encuentros con Adams -además del bilateral, preside hoy una reunión multipartita en las oficinas gubernamentales de Stormont- para exigir el desarme inmediato del IRA. En la historia de Irlanda ninguna organización republicana ha entregado sus armas, pero el líder unionista expresó ayer su confianza en que, en esta ocasión, sí habrá decomiso de las armas ilegales: "Estoy seguro de que sucederá", afirmó a The Observer.

Para mantener la unidad de su partido Trimble necesita un gesto práctico del IRA respecto al futuro de su arsenal porque, confesó ayer, "si no, me caeré del alféizar". Mientras perviva este tira y afloja, Trimble negará la mano a Adams en los encuentros históricos de esta semana. En la esfera política opuesta, el Sinn Fein requiere la implementación de todos los aspectos del Acuerdo de Stormont, no sólo el desarme. Llos dirigentes republicanos buscan garantías de que los dos cargos ministeriales que corresponden al Sinn Fein en base a las elecciones de junio son suficientemente relevantes.

Por ello, la esperada excarcelación de más de una docena de presos republicanos y lealistas (término que hace referencia a su lealtad a la corona británica) a lo largo de esta semana fomentará la confianza de los sectores del Sinn Fein que se quejan del lento progreso del proyecto político. Tras este prime grupo que sale de la cárcel de Maze, próxima a Belfast, el Gobierno británico confía en excarcelar bajo licencia a unos 200 presos durante los próximos meses.

Por otra parte, ayer permanecían hospitalizados dos agentes de policía heridos en los graves disturbios de la noche anterior en Portadown. Los incidentes en este núcleo protestante del Ulster comenzaron la tarde del sábado con la quema de dos comercios de propiedad católica.