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Clinton pide en Omagh a todos los norirlandeses que no dejen escapar la oportunidad de la paz

El pueblo norirlandés de Omagh regresó con renovado espíritu al escenario de la reciente tragedia donde ayer el presidente Bill Clinton y su mujer, Hillary, depositaron un ramo de flores en memoria de las 28 víctimas mortales, entre ellas dos españoles. Antes, el mandatario estadounidense envió un claro mensaje a la población y políticos norirlandeses: "Vuestro deseo de paz ha traído a Irlanda del Norte este momento de esperanza. No lo dejéis escapar. La valentía y la reconciliación están en el centro de vuestro compromiso con la paz".

Para los familiares de las víctimas mortales del atentado, la visita de Clinton trajo a la memoria momentos angustiosos. El colectivo se reunió con el líder estadounidense en el interior del gimnasio de Omagh que, la noche de la tragedia, se convirtió en el primer centro de acogida de todos los heridos. El regreso, veinte días después, fue penoso, pero, como señaló la madre de James Barker, el niño irlandés que falleció junto al escolar español Fernando Blasco, "sí de la desgracia surge algo positivo, no perderemos la esperanza". El mismo sentimiento prevaleció a lo largo del recorrido del matrimonio Clinton por Irlanda del Norte. "Omagh fue el primer golpe de un ataque vicioso contra la paz. Puede haber otros. La cuestión no es si habrá más bombas, la cuestión es: ¿Cómo reaccionareís a la violencia?, ¿cómo resolvereis vuestras diferencias? ¿Pueden los malos hábitos del pasado destruir vuestro deseo de paz en el futuro?", preguntó el presidente a una audiencia de políticos y empresarios norirlandeses.Los rápidos acontecimientos de los últimos días parecen confirmar que el atentado del IRA Auténtico, un grupúsculo de disidentes republicanos que está en contra del acuerdo de paz, ha proyectado nuevos rayos de luz sobre el Ulster. Esta semana, el Sinn Fein tomó la iniciativa al declarar que la "violencia pertenece al pasado" y al prestarse por primera vez a colaborar con la comisión internacional para el desarme.

En respuesta, el primer ministro norirlandés, el unionista David Trimble, invitó al líder republicano, Gerry Adams, a unirse a las conversaciones multipartitas en preparación a la reinauguración de la Asamblea autonómica, el 16 de septiembre. Y ayer parecía inminente el anuncio de un encuentro bilateral, el primero que se convoca desde el inicio del proceso de paz, entre Trimble y Adams. "Celebro cada movimiento que dais hacia la paz, cada promesa de lograr la paz. Como primer ministro, trabajaré con todos los que llevan el interés de la paz en su corazón. Si tomáis la ruta de la paz y lo hacéis de buena fe encontraréis en mí un líder dispuesto", dijo ayer Trimble en un mensaje dirigido directamente al Sinn Fein

Reunión con el Sinn Fein

El primer ministro norirlandés recordó que ha habido riesgos y dificultades en el camino y, en presencia de Clinton y de su anfitrión, el primer ministro británico Tony Blair, habló de la necesidad de lograr el decomiso de las armas ilegales porque, dijo, "sólo con palabras no se cura la desconfianza". "Debemos construir una nueva Irlanda del Norte en la que los unionistas y nacionalistas trabajen en asociación. Queda mucho por hacer y debemos movernos ya", defendió Trimble. El IRA, a través de su brazo político, el Sinn Fein, ha dado muestras de su disposición a entregar esas armas.[Beatriz Puech, herida en Omagh, será repatriada hoy en una avión militar, según Efe]

Por su parte, Clinton garantizó respaldo humano y financiero - en los últimos cinco años el Fondo Internacional para Irlanda ha invertido unos 100 millones de dólares (14.600 millones de pesetas) en proyectos comunitarios- siempre que se luche por la estabilización política de la provincia. "Mientras trabajáis por cambiar la cara y el futuro de Irlanda del Norte, podéis contra con América", prometió Clinton en Belfast.

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[El senador demócrata Joseph Lieberman, un moderado que durante mucho tiempo fue aliado de Bill Clinton, atacó ayer con dureza la conducta "inmoral" del presidente estadounidense en sus relaciones con Monica Lewinsky. Sin embargo, Lieberman opinó que el Senado no debe emprender ninguna acción de castigo contra Clinton hasta no conocer antes el informe del fiscal especial Kenneth Starr, informa Reuters.]

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