El Consell advierte que 140 municipios están en zonas de máximo riesgo de inundaciones
Uno de cada cuatro municipios de la Comunidad Valenciana afronta el otoño, la época de mayor riesgo de lluvias torrenciales, con unas perspectivas inquietantes. El Consell advirtió ayer que el 25,8% de los municipios valencianos (140 de los 541) están situados en zonas de máximo riesgo de inundaciones, según los estudios del departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia. Basándose en estos datos, el consejero de Presidencia, José Joaquín Ripoll, dijo que el 10% de los valencianos viven en zonas que pueden quedar anegadas.
Este 10% de la población valenciana vive, según Ripoll, en zonas con alto, medio o bajo peligro de inundaciones. Sin embargo, precisó que sólo el 1,82% del territorio valenciano se encuentra en áreas que pueden quedar anegadas si se producen lluvias intensas o baja un caudal excesivo por los cauces de ríos y ramblas. Pese a todo, Ripoll intentó desdramatizar la situación y "no alarmar" a la gente. "Este 1,82% [de zona inundable] se encuentra, fundamentalmente en suelos forestales y agrarios", comentó. El consejero de Presidencia facilitó estos datos ayer en Valencia, mientras explicaba, en compañía del delegado del Gobierno, Carlos González Cepeda, los planes operativos de prevención e intervenciones de emergencia ante inundaciones diseñados por las administraciones públicas. El mapa contempla seis niveles de riesgo, según los periodos de retorno (la frecuencia con la que se produce las lluvias más intensas). En la provincia de Valencia figuran en situación de máximo riesgo (nivel 1) el entorno de Tavernes de la Valldigna, el tramo de L"Horta del barranco del Carraixet y el cauce del río Turia desde Los Serranos hasta el mar, con una zona más ancha entre Manises y Paterna. El nivel 1 contempla lluvias torrenciales con una frecuencia inferior a 50 años. Con nivel de riesgo 2 (frecuencia de 50 a 100 años) se incluye una parte de la vega del río Júcar en La Ribera, especialmente en Cullera. El entorno de L"Albufera, entre Alfafar y Sueca, el barranco de Chiva en la zona de Aldaia y Quart de Poblet, el marjal de Massamagrell y el litoral al norte de Sagunto quedan en nivel 3 y el río Magro, en la zona de Requena, en nivel 4. Xàbia y Santa Pola En la provincia de Alicante, como nivel de riesgo 1 apenas figuran dos minúsculas zonas junto a Xàbia y en el terreno que se extiende al oeste de Santa Pola. En cambio, en el nivel 2 se incluye una extensa franja a ambos márgenes del río Segura, con decenas de kilómetros de anchura, que cruza la provincia desde Murcia hasta el mar. En el nivel 3 aparecen varios municipios situados entre Crevillente y Santa Pola, así como los humedales de Pego. Castellón es la provincia con menor extensión de territorio inundable. Con niveles 1 y 2 sólo destacan la desembocadura del río Mijares y el norte de la capital castellonense. También son minúsculas las manchas que reflejan el nivel 3, limitadas a zonas costeras al sur de Borriana y Benicarló, y en el entorno de Xilxes. Ripoll reconoció que hay numerosas construcciones, públicas y privadas, que han invadido los cauces inundables. Entre éstas, destaca varios cámpings en zonas peligrosas, que pueden quedar anegados si se producen lluvias fuertes en la cabecera de los ríos y barrancos. El consejero aclaró que tienen los permisos necesarios y muchos años de antigüedad, por lo que no pueden obligarles a marcharse: "Pero hemos tomado medidas para que estos cámpings que están en zonas inundables reciban un aviso especial en caso de lluvias". Sin embargo, Ripoll avanzó que la Generalitat quiere aprovechar la información de los mapas para trasladar las dotaciones públicas (colegios, parques de bomberos, centros sanitarios...) que están en zonas de riesgo. ¿Habrá gota fría este año porque en otoño se han producido temperaturas muy altas? Ripoll y González Cepeda se encogen de hombros y aclaran que, aunque en esta época del año hay un alto riesgo de precipitaciones intensas, no se podrán anticipar a los aguaceros más que unas cuantas horas. Algunos ayuntamientos, como los de La Safor, se han quejado este año de que el Centro de Emergencias de la Generalitat no les avisó del peligro de inundaciones. Ni siquiera cuando ya hacía un buen rato que llovía de forma desmedida. González Cepeda insistió en la responsabilidad que deben asumir los ayuntamientos ("que tienen sus propios planes de emergencias"). "No pueden esperar al Centro de Emergencias para empezar a actuar", recalcó. Pero Ripoll admitió que un buen número de municipios no tienen sus planes de emergencia totalmente formalizados, porque les falta incluir información sobre nuevas construcciones que entorpecen el paso del agua o actuaciones para mejorar el drenaje. A pesar de todo, el consejero de Presidencia sentenció que, a falta de plan, todos los municipios tienen "los operativos preparados" para intervenir en caso de emergencia.
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