El mundo tendrá una población de 6.000 millones de habitantes el próximo año

Aunque la población mundial crece en 80 millones de personas cada año, la tasa de crecimiento ha bajado del 2% en 1960 al 1,4%, gracias a la caída de la tasa de fecundidad, que ha descendido a la mitad, desde seis hijos por mujer hasta tres en los últimos 20 años. Desde 1960, se ha quintuplicado el uso de anticonceptivos que utilizan ya un 60% de las parejas casadas. Son datos del último informe del Fondo de Población Mundial de las Naciones Unidas, Estado de la Población Mundial, 1998. El año que viene, la población mundial será ya de 6.000 millones de habitantes.

En los últimos seis años, los nuevos habitantes en el mundo han pasado de crecer 87 millones por año a 80 millones y, en el último año, la tasa de natalidad ha descendido del 1,48% al 1,4% (el 2% en 1960). Sin embargo, pese al descenso registrado en la tasa de natalidad, el aumento de población a 6.000 millones previsto para junio de 1999 sigue siendo motivo de reflexión para Marisela Padrón, directora de la División de América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP).Marisela Padrón presentó ayer en Madrid el último informe sobre el Estado de la Población Mundial, 1998, junto con la secretaria general de Asuntos Sociales, Amalia Gómez. Padrón declaró: "No ha finalizado la era del rápido crecimiento de la población", debido a que la masa de jóvenes va en aumento.

Más jóvenes

El volumen de jóvenes entre 15 y 24 años alcanza ya una sexta parte de la población mundial actual (5.900 millones) y más del 10% de ésta supera los 65 años. Por primera vez se está dando un crecimiento de población envejecida en países en vías de desarrollo. El informe, que se llama este año Las Nuevas Generaciones, refleja que el ritmo de crecimiento de jóvenes y de población mayor de 65 años es inédito en el panorama mundial y destaca que la solidaridad entre generaciones redundará en un beneficio para el conjunto de la sociedad.El crecimiento contínuo de jóvenes y de mayores de 65 años -entre 2010 y 2015 aumentarán del orden del 14,5 millones anualmente-, aconseja, según la FNUAP, que, sobre todo en los países en vías de desarrollo, se produzca una mayor inversión en sanidad y educación dirigida a los jóvenes, y un desarrollo superior de medidas sociales para los ancianos. En especial, para cuestiones sanitarias relacionadas con las mujeres, ya que ellas son las que predominan en el estado de viudedad.

"Confío plenamente en que la nueva generación de jóvenes", dijo Amalia Gómez, "llevará a cabo un desarrollo sostenible basado tanto en el respeto al medio ambiente como en la dignidad y el bienestar de las personas".

Cada vez se producen más las relaciones sexuales prematrimoniales entre los jóvenes, debido a un retraso en alcanzar el matrimonio y, por ello, Marisela Padrón abogó por dar prioridad a la formación sexual y a la prevención antes que al tratamiento, ya que la mitad de los nuevos contagios de sida se da entre los jóvenes. Los huérfanos a consecuencia de la pandemia del virus llegarán a 40 millones en el año 2010, diagnostica el informe.

Desde comienzos del decenio 1960, el uso de anticonceptivos se ha quintuplicado alcanzando al 60% de las parejas casadas. Y en todo el mundo la tasa de fecundidad ha disminuido a la mitad, desde seis hijos por mujer hasta tres.

España está dentro de los 51 países con menor tasa de fecundidad por mujer, menor del 2,1 nacimientos por año necesario para la reposición de la población y, sin embargo, en el año 2015 habrá ya 81 países que no superarán este índice.

En los países en vías de desarrollo, la media es, sin embargo, de cuatro hijos por mujer -en el África subsahariana se alcanzan seis nacimientos por mujer-, efecto que repercutirá en los movimientos migratorios. El asesor especial de la directora ejecutiva del FNUAP, Jyot Singh, recomendó solidaridad para paliar estas situaciones, sin alcanzar a dar soluciones concretas. Para los responsables del FNUAP un hijo más o menos por pareja hoy significará en el futuro una diferencia de miles de millones de personas y, por lo tanto, de la calidad de vida que éstas pueden llevar.