Sólo el 22% de los residentes ha renovado la OTA en Vitoria

Sólo el 22% de los propietarios de vehículos con derecho a la tarjeta de la OTA en Vitoria ha renovado su licencia este verano. El Ayuntamiento inició el pasado 29 de julio la revisión de la zona azul por primera vez desde su implantación, en 1983, y extenderá el plazo hasta el 3 de octubre. En el primer mes, unos 2.500 residentes han cambiado sus papeletas, de forma gratuita, entre los 11.000 a que el Ayuntamiento prevé atender. Esta revisión coincide con una reordenación de zonas, al reducirse de siete a cinco el número de áreas. Así, el Casco Viejo desaparece como distrito propio y se divide en tres partes que pasarán a pertenecer a otras zonas diferentes: la 1, 2 y 5. El otro cambio sustancial ha fundido el Ensanche y el sur de la ciudad en una única zona, la 3. Ello no implicará una ampliación de la superficie de la OTA, que se mantendrá en las actuales 112 hectáreas, una séptima parte del terreno delimitado por la circunvalación. Con estos cambios se pretende acabar con el fraude que, por ejemplo, se daba en el Casco Medieval, donde el número de tarjetas repartidas, 4.000, era mayor que el de vehículos censados, 2.000. En este barrio sólo hay 850 plazas de aparcamiento en superficie. A partir de hoy se amplía el número de lugares de atención a los ciudadanos. Además de la sede de la Policía Local, en Aguirrelanda, también podrán acudir a los centros cívicos y a la oficina del Padrón, en la plaza de España. Sólo se necesita presentar dos documentos: el DNI y el permiso de circulación del vehículo. Además de los residentes, otras 500 personas podrán acceder a la tarjeta comercial de aparcamiento, previo pago de 13.000 pesetas. De nuevo funcionando Entretanto, hoy volverá a funcionar la OTA tras casi un mes en que se ha paralizado la vigilancia. Las 5.700 plazas de aparcamiento que afectan a esta área estarán controladas por 18 agentes, una proporción muy inferior a otras ciudades españolas. A los cambios en la distribución de las zonas, se añadirá a finales de este año el de la implantación de los parquímetros, que sustituirán al método tradicional de las papeletas. Se instalará una máquina expendedora por cada 23 plazas de aparcamiento y permitirá el pago mediante tarjetas monedero.