Niños saharauis en Andalucía

El verano de 1997, unas 6.000 familias españolas acogimos niños saharauis en nuestros hogares; de ellos 2.000 estuvieron en Andalucía Eso refleja la grandeza de nuestro pueblo, siempre dispuesto a dar algo de si mismo a aquellos que lo necesitan. Ese mes de julio nos reunimos en Sevilla en una concentración para reivindicar el referéndum del Sahara Fuimos muchas las familias acogedoras, con nuestros niños saharauis de la mano, personas de todas las provincias andaluzas, dejándonos ver, pidiendo por la justicia que esos niños merecen. A finales del pasado año se firmaron los acuerdos de Houston, para la celebración del tan ansiado referéndum, y se fijó la fecha del 7 de diciembre de 1998 para el acontecimiento, aunque las continuas trabas que pone Marruecos en la identificación de votantes ha hecho que esa fecha sufra un nuevo retraso. Este verano, el del 98, no han venido niños saharauis a nuestro país. El proceso en el que su pueblo se encuentra inmerso lo ha hecho imposible. Quizá por eso, cuando en el mes de julio de este año se nos convocó a una concentración, esta vez en Algeciras, lamentablemente no acudimos tantos. El que los niños saharauis no hayan venido a alegrar nuestros hogares andaluces nos ha desmotivado. Precisamente ahora es cuando esos niños, ese pueblo necesita más nuestro apoyo. Pensemos que si a nuestro país vienen en verano 6.000 niños, en los campamentos se quedan 40.000 o más y sus padres, madres, abuelos, en fin todo un pueblo necesita nuestro nuestro apoyo en demanda de justicia. La parlamentaria andaluza Angela Aguilera, dijo en la concentración de Algeciras: "se nos cae la cara de vergüenza cuando miramos a nuestros amigos saharauis". Eso es porque sabemos que su situación está causada por la ineficacia de nuestros gobiernos: el que los entregó en el año 1975, los sucesivos que no hicieron nada por enmendar el error, y el que ahora se declara neutral en el proceso del referéndum, como si alguien pudiera ser neutral en este conflicto. Desde estas líneas y con toda humildad, me gustaría recordar a todas las familias acogedoras que "sus niños" siguen en la Hamada (desierto argelino), que no se detengan, que no se conformen con mandar arroz y lentejas, labor por otra parte muy necesaria. Es el que la comunidad internacional, nuestro propio Gobierno y el de Marruecos, se enteren de que ya ha llegado el momento, que no pueden volver a hacer oídos sordos a las justas reclamaciones de un pueblo que lleva 23 años de exilio, que aquí estamos nosotros para exigir el cumplimiento de lo firmado en Houston y que, aunque con un nuevo retraso, esta vez el referéndum tiene que llevarse a cabo. Sólo se hará justicia el día en que los niños saharauis no tengan que venir en verano a nuestro país, cuando puedan disfrutar de sus playas en el Sahara occidental sin separarse de sus familias, cuando todas sus necesidades, alimenticias, sanitarias de educación, etcétera, estén debidamente atendidas. En fin, cuando el Sahara Occidental llegue a manos de sus legítimos dueños. Sólo tenemos que pedir la justicia que por fin hará libres a los niños saharauis, libre a todo un pueblo.- Rosa González Martínez. Grupo Jaima. Amigos de la RASD. Villarrubia (Córdoba).