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Zimbabue envía refuerzos a Congo mientras Angola acosa a los rebeldes

El Gobierno de Zimbabue ha enviado importantes refuerzos en apoyo de las fuerzas del presidente de la República Democrática de Congo (RDC), Laurent Kabila, hasta alcanzar un contingente de 2.800 soldados, según afirmó ayer la prensa de Harare. Por su parte, unos 2.000 efectivos angoleños que también combaten del lado de Kabila han hecho retroceder a la coalición rebelde dirigida por los banyamulenges (tutsis congoleños) hasta la presa de Inga, al oeste de Kinshasa, que los insurgentes amenazaban ayer con volar.

El semanario Zimbabue Independent citaba ayer fuentes militares de Harare para afirmar que el número de soldados enviados en ayuda del Gobierno de la RDC ha pasado de 600 a 2.800 en los últimos días. "Habíamos subestimado al principio la importancia de las fuerzas extranjeras [rebeldes] en Congo y no tuvimos otra alternativa que aumentar nuestras fuerzas ante la llegada por vía aérea de tropas ugandesas y ruandesas armadas por Suráfrica", declaró un mando militar de Zimbabue.El Ministerio de Defensa se negó a confirmar estas informaciones. "Es secreto militar, la operación ya está en marcha", se limitó a comentar un portavoz castrense en Harare, donde la prensa asegura que unos 2.000 soldados de élite se encuentran en estado de alerta para ser enviados a Congo en caso de que empeore la situación. Angola, otro país aliado del presidente Kabila, ha enviado también unos 2.000 soldados, apoyados por carros de combate, helicópteros y aviones de combate, desde el enclave petrolero de Cabinda, al norte del río Congo, contra la retaguardia occidental de las fuerzas rebeldes.

Después de haber desalojado a los insurgentes de la ciudad portuaria de Matadi y de la guarnición de Kitona, así como de otras localidades del corredor del río Congo, los jefes militares angoleños aseguraron ayer que habían capturado "un importante número" de rebeldes y matado a docenas de ellos.

Las tropas de Luanda habían detenido ayer su avance ante la presa de Inga, la principal central hidroeléctrica del país, donde los rebeldes se han hecho fuertes y amenazan con volar las instalaciones que suministran energía a Kinshasa. En la capital congoleña, mientras tanto, decenas de miles de habitantes de los barrios del este abandonaron ayer sus casas para escapar del fuego cruzado entre las fuerzas del presidente Kabila y los rebeldes que avanzan hacia la ciudad. El Ejército, que prohibió el acceso a esta parte de Kinshasa próxima al aeropuerto, pidió a la población que se abstuviera de todo acto de violencia contra los insurgentes capturados tras las escenas de terror vividas la víspera.

Periodista español expulsado

El periodista español Alfonso Rojo, que fue retenido el jueves por las autoridades de Kinshasa, fue expulsado ayer del país tras haberle sido anulado el visado y se encuentra "descansando tranquilamente en un hotel", según informó el diario El Mundo a la agencia Servimedia.

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