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Nacho Duato se define como un coreógrafo de la época del Guggenheim

El director de la Compañía Nacional de Danza abre la temporada del Teatro Real

Amelia Castilla

Nacho Duato (Valencia, 1957) se define como un coreógrafo de la época de Frank Gehry, el arquitecto del Guggenheim de Bilbao. Su versión de Romeo y Julieta, un ballet en dos actos a partir de la música de Prokofiev, que la Compañía Nacional de Danza representará en el Teatro Real a partir del 13 de septiembre, se centrará en cómo la pasión y el amor pueden vencer terribles obstáculos. "He sido respetuoso con la música, pero no tendría sentido que realizara una versión clásica del libreto de Shakespeare, soy un coreógrafo con un lenguaje contemporáneo", dijo ayer.

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La semana de ensayos intensos con los treinta bailarines de la Compañía Nacional de Danza, que Duato dirige desde hace ocho años, no ha conseguido borrar los últimos restos del moreno ibicenco. Duato, con una camiseta rota, un chándal y unas zapatillas de baile, dirige sin apenas levantar la voz. "No caigas y luego hagas el paso", le pide a una bailarina, al tiempo que salta al escenario para realizar él mismo el movimiento que desea. Duato cuida mucho la interpretación. Le gusta que los bailarines trasladen la emoción de un actor. "Esto no es un ballet de pantomima, aquí todo se expresa a través del vocabulario coreográfico y cada movimiento tiene que decir algo".Romeo y Julieta se estrenó en enero pasado en Santander y ya se ha representado en dos plazas más, pero el estreno en Madrid será la prueba de fuego para Duato y la compañía. Romeo y Julieta llega al Real precedido de buenas críticas, pero siempre quedan los nervios del último momento. "Es mi primer ballet completo y sé que puede ser comparado con otras versiones -él admira sobre todo la que llevó al cine Franco Zefirelli-, pero no tengo miedo al ridículo. Creo que estoy preparado para hacerlo.Tras de mí tengo cuarenta coreografías". Duato siempre dice que en su profesión el que gana es el que va más despacio -"la creación hay que medirla en dosis pequeñas"- y lo sigue a rajatabla. De hecho, su carrera como bailarín, que empezó casi a los 17 años en Londres, ha estado marcada por el tesón y un cuerpo privilegiado para la danza.

En diciembre de 1996, decidió retirarse de los escenarios como bailarín, y es una decisión que parece dispuesto a mantener. No ha sentido la tentación de interpretar él mismo alguno de los papeles de la obra -"se dice que Shakespeare interpretó a la nodriza"-. Sobre todo porque su idea es que Romeo, aunque haya sido representado por mitos de la danza cuando pasaban de los cuarenta, debe ser una persona joven.

Su versión de la historia de los amantes de Verona ya ha sido comprada para ser representada en distintos lugares de América, así como en París y en Francfort. Su versión de la obra de Shakespeare ha contado con un presupuesto de 25 millones, pero para Duato el dinero no lo es todo. "Son más importantes las ideas y la calidad del espectáculo", dice. "Sé que pertenezco al Ministerio de Cultura y que no tengo otro patrocinador; sin ellos la compañía no existiría, aunque a veces se me haga difícil enfrentarme a la burocracia".

Eso sí, para el siguiente espectáculo le gustaría no tener ninguna traba económica. En otoño presentará en Nueva York una nueva coreografía con música de Schubert, y la próxima primavera estrenará en Weimar una obra inspirada en la música de Bach, que será uno de los espectáculos incluido en la programación de la que será la nueva capital cultural europea de 1999.

Otras ofertas

Pese a sus numerosas quejas, Duato sigue rechazando ofertas de fuera. La última, para fusionar tres compañías de ballet en Berlín. "Después de ocho años luchando contra viento y marea no quiero marcharme. Me gusta la Compañía Nacional de Danza, creo que tiene calidad y futuro".Piensa seguir interpretando pequeños papeles para el cine. Ha terminado de rodar una serie de televisión, El secreto de la porcelana, con Omero Antonutti y Eusebio Poncela, en la que interpreta al Conde de Aranda, y realizó una prueba con Pedro Almodóvar para interpretar a un travesti en su nueva película, pero el director manchego prescindió de él en el último momento.

Hoy viajará a Australia para estar presente en el estreno de una versión de una de sus coreografías, Por vos muero, interpretada por el Australiam Ballet, pero en menos de tres días tomará el avión de vuelta a Madrid para proseguir los ensayos de Romeo y Julieta.

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