Aznar suavizó las críticas al PSOE que incluía su discurso difundido por el PP en Quintanilla
El jefe del Gobierno, José María Aznar, suavizó sus alusiones críticas al PSOE en su discurso en Quintanilla de Onésimo (Valladolid) respecto al texto escrito, entregado con anterioridad a los medios de comunicación por la oficina de prensa del PP. En el discurso, pronunciado a última hora del martes, Aznar enfatizó que el díálogo que ofrecía al PSOE era sin condiciones formales ni de agenda, algo a lo que apenas aludía en el texto. En La Moncloa admitieron ayer que "había diferencias de matiz" entre discurso y texto. Lo atribuyeron a que el jefe del Ejecutivo no lo siguió, aunque insistieron que "el espíritu del diálogo está en ambos". El PSOE validó ayer la versión oral de Aznar para fijar su posición.
El presidente del Gobierno dio el visto bueno al texto entregado por la oficina de prensa del PP, pero no lo siguió en su intervención. En el tradicional discurso de apertura del curso político, pronunciado ante centenares de militantes castellano-leoneses, eliminó un pasaje importante, referido a las condiciones en que desea establecer el diálogo con el PSOE y en el que se vertían críticas al comportamiento del principal partido de la oposición.Éste es el pasaje suprimido en el parlamento de Aznar: "Diálogo y respeto a la ley han de ser el idioma común de nuestra vida institucional. Diálogo responsable basado en la cooperación y no en el enfrentamiento; en la exposición de nuestros argumentos y no en los insultos o en las descalificaciones. Un diálogo centrado en la resolución de los problemas que afectan a los ciudadanos y no en intereses particulares o de partido".
Paralelamente, Aznar enfatizó, en el discurso pronunciado, la oferta de un diálogo sin condiciones al PSOE, a lo que apenas aludía en el texto escrito. Hizo una oferta clara, sin las ambigüedades y reproches a los socialistas que aparecían en el texto: "Quiero ofrecerles desde aquí un diálogo político abierto sin condiciones y sin condicionantes ni en la forma ni en el fondo".
El jefe del Gobierno esbozó, incluso, parte de los contenidos del diálogo. "No debe ser difícil ponerse de acuerdo en cuestiones importantes como son la lucha antiterrorista, las cuestiones europeas o negociaciones muy importantes que tiene que afrontar España, en las que el diálogo entre los dos principales partidos es muy importante".
Asimismo, se extendió en su interés en que los contactos con el PSOE sean totalmente abiertos, sin condicionantes de agenda o formales, algo que tampoco aparecía en los folios facilitados por la oficina de prensa. "Puede haber otras cuestiones sobre las que sea necesario conversar y para las cuales estamos absolutamente abiertos. Puede haber también cuestiones de forma, que a veces pueden plantearse como un obstáculo y que deseo que no lo sean. Por mi parte no hay inconveniente. Si no hay necesidad de foto, pues no hay foto. Si no hay necesidad de café, no hay café. Ya buscaremos el sustitutivo al café correspondiente. Y no pasa nada porque no haya foto, que ya hay muchas, en algunos casos todos los días".
Las reiteradas alusiones de Aznar a "la foto" son un intento de borrar la polémica suscitada en su penúltimo encuentro con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, a quien el ex portavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez acusó de ir a La Moncloa sólo a "hacerse la foto". Almunia ha replicado que él tampoco está dispuesto a reunirse sin que haya una expectativa de acuerdos.
Por contra, en el texto escrito tan sólo aparecía una referencia muy velada al diálogo con la oposición: "El diálogo tiene hoy para nosotros, valor en sí mismo. Como lo tiene el respeto de la legalidad que ha de ser la piedra angular sobre la que edificamos nuestra convivencia. Respeto, sin condiciones previas, respeto absoluto y escrupuloso como principio que es la garantía de la libertad en una sociedad democrática como la nuestra".
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