Un edil de Cádiz deja Greenpeace tras unas críticas de los ecologistas

El transporte de óxido de uranio enriquecido que con frecuencia cruza la ciudad de Cádiz y provoca la protesta de los colectivos ecologistas, le costó ayer al primer teniente alcalde del Ayuntamiento, Enrique García Agulló, un serio disgusto en su condición de socio de Greenpeace. El director de esta organización internacional en España, Javier Pastor, remitió hace unos días un escrito al edil gaditano, delegado de Transporte y Seguridad Ciudadana, advirtiéndole de la gravedad de una supuesta autorización suya para que algunos camiones cruzasen la ciudad con destino a la planta de ENUSA en Juzbado (Salamanca) transportando material que considera "altamente radioactivo y peligroso para la salud humana". Pastor le solicita información al respecto y le recuerda además de la incompatibilidad que detallan los estatutos de Greenpeace entre su labor de socio y el alardeo público de su condición con utilización partidista, tal y como denunció hace dos meses el grupo municipal de Nueva Izquierda. El concejal no sólo rechazó las acusaciones de la organización ecologista y de NI. También anunció súbitamente que solicitará la baja voluntaria de la organización por la publicidad que se le ha dado a la carta que recibió de Greenpeace.