_
_
_
_
Entrevista:COURTNEY PINE SAXOFONISTA DE JAZZ

"Bailar jazz tiene un efecto curativo"

Courtney Pine, el genial saxofonista londinense, se ha hecho un hueco entre los grandes del jazz contemporáneo merced a su virtuosismo, su eclecticismo y su carácter innovador. Soul, drum & bass, reggae, influencias étnicas y hip hop son géneros que aparecen en los ocho discos de larga duración que este músico de ascendencia jamaicana ha puesto en circulación. Su colaboración ha sido solicitada por artistas como Mick Jagger y Guru y su nombre figura el disco tributo a Larry Adler junto a superventas como Elton John o Sting. No en vano, Pine sabe lo que es tener un disco propio bien situado en las listas de venta. En su actual gira europea, su único concierto en España se ha celebrado en Getxo. Pregunta. ¿Cuándo aprendió a tocar el saxofón? Respuesta. Con 14 años. Cuando era un adolescente buscaba hacer algo diferente. Yo no fumaba ni llegaba tarde a casa, así que tocar un instrumento que parece tan humano era la forma de rebelarme contra mis padres. Es mi instrumento preferido porque es el que más se parece a una mujer. El tenor es mi mujer y el soprano es mi novia. Cuando el saxofón entra en tu boca es parte de tí; cuando lo tocas es una extensión de tu persona. Pero también toco el piano, el contrabajo, la flauta, la batería... P. Se dice que su corazón está dividido entre el reggae y el jazz. ¿Es así? R. No. Para mí el jazz es un lenguaje; los músicos nunca nos detenemos a llamar a la música de una determinada manera. En mi espectáculo toco temas reggae de Bob Marley, toco drum & bass y toco hip hop. Únicamente toco música que es positiva, no me fijo en los estilos. Lo más importante es que la música suene como yo quiero. Intento recoger influencias diferentes, coger lo que más me gusta de cada cosa y mezclarlo todo para que el conjunto tenga un sentido positivo. Sólo detesto estilos como el house, estilos limitados y repetitivos. Ahora escucho mucho speed garage y punk rock, música que transmite energía, música que te hace poner en pie. P. ¿Se considera innovador? R. He hecho algo que no se había hecho antes: introducir sonidos propios del drum & bass y del hip hop en música jazz. Sin embargo, no soy el tipo de persona que se llama a sí mismo innovador. Aún tengo un largo camino que recorrer, en éste y en otros sonidos. Hay un montón de cosas que tengo que aprender de la música de Jamaica, África, India... Incluso del jazz que se hace en Estados Unidos. Quizá en el futuro me sienta así, pero no ahora. P. Su primer disco salió en 1987. ¿Cómo ha evolucionado desde el punto de vista artístico? R. Bueno, cuando empecé pensaba que para ser un buen músico de jazz tenía que ser americano, hablar como un americano y vestir como un americano. Pero con el paso de los años he descubierto que eso es una trampa y que lo que he de hacer es expresarme por mí mismo. En estos 10 u 11 años he estado descubriendo quién soy, cómo es mi música y he aprendido a mostrarla sin pretender sonar como un americano. Ésa ha sido mi evolución, me he encontrado a mí mismo en lo musical. P. ¿Está satisfecho con su nuevo disco? R. Nunca lo estoy. Sé que puedo hacerlo mejor y nunca estoy totalmente satisfecho cuando escucho mis trabajos. El próximo será el mejor. P. Usted ha ocupado puestos destacados en las listas de ventas. ¿Es compatible hacer buena música con ser un grupo superventas? R. Es muy complicado competir con el tipo de música que vende, con el disco de las Spice Girls, por ejemplo. El jazz está a un lado y el pop está a otro. Pienso que los aficionados al pop aún tienen que descubrir el jazz, ésa es al menos mi intención. P. ¿Qué le gustaría tener de los saxofonistas que admira? R. Admiro a mucha gente por su gran capacidad de comunicación. Especialmente a los saxofonistas africanos. No son muy técnicos, pero tienen una gran capacidad para transmitir al público lo que quieren. P. ¿Qué proyectos tiene? R. Mi próximo disco, un proyecto entre el jazz y el drum & bass para el que cuento con gente como Goldie. La música que pretendo hacer no es para escucharla sentado, quiero que incite a bailar a la gente. El jazz es una música que cuando la bailas tiene un efecto curativo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_