El PSE propone a los Gobiernos central y vasco "sondear" a ETA
Los socialistas vascos (PSE) consideran necesario que los Gobiernos central y vasco conozcan qué es lo que está pasando en la banda terrorista ETA. Para ello proponen "sondear lo que ocurre" en la organización terrorista y su entorno, "porque es una obligación de cualquier Gobierno", según señala el borrador de su programa electoral para los comicios autonómicos del 25 de octubre.
El PSE, que aprobará el borrador del programa el próximo día 12, diferencia y separa esos contactos informativos "de la negociación, del diálogo político y del proceso de diálogo final que describe el Pacto de Ajuria Enea". También cita que los sondeos deben ser discretos y silenciosos para que sean eficaces.Los socialistas vascos comienzan el apartado dedicado a la consecución de la paz con una afirmación: "Únicamente el desistimiento de ETA llevará al final del problema terrorista. Pero este desistimiento no se producirá por gestos de buena voluntad, ni probablemente por convicciones morales, sino porque las condiciones sean tales que la alternativa de terminar resulte más ventajosa el continuar".
Propiciar el final
Por ello, el PSE considera que los principios contenidos en el Pacto de Ajuria Enea son perfectamente válidos para conseguir esas condiciones, y junto a ellos la firmeza democrática frente al terrorismo, luchar conjuntamente para reducir las bases sociales de apoyo a la violencia, propiciar la reconciliación social y reforzar el consenso sobre la Constitución y el Estatuto, que definen el sistema político democrático español.El PSE entiende que es necesario sondear el mundo de ETA para conocer lo que está gestando en su interior, y lo considera como una obligación de todo Gobierno.
"Nunca hemos confundido la posibilidad de sondear lo que ocurre en ETA y su entorno con el diálogo político, ni con la negociación política ni con el proceso de diálogo final al que se refiere el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea. Tratar de conocer lo que ocurre es obligación de cualquier gobierno, como también lo es guardar silencio y discreción para ser eficaces", cita el borrador del programa para las elecciones autonómicas de octubre.
Los socialistas dejan de esta manera la puerta abierta a que el Ejecutivo central mantenga contactos informativos con ETA, y también el autónomo, ya que una de las condiciones que el PSE ha puesto, según las declaraciones públicas de sus dirigentes, para volver a formar coalición es que el próximo gabinete vasco encabece el proceso de pacificación.
El comité nacional del PSE aprobó hace dos años un documento sobre pacificación en el que también dejaban la puerta abierta a que el Gobierno central mantuviera abiertas vías de contacto con ETA. Una tesis que ya aplicaron los sucesivos Gobiernos de Felipe González, y durante los cuales se mantuvieron, con altibajos, contactos más o menos permanentes con diversos interlocutores de la banda.
El PSE propone una nueva forma de hacer política en la que no tendrían cabida la actual formula de Gobiernos de gestión. En primer lugar, el Ejecutivo vasco debería liderar al país en materia de pacificación, y en segundo lugar habría que revitalizar el Pacto de Ajuria Enea como un instrumento válido para buscar el máximo consenso posible sobre la política del Gobierno.
"Sin negar", cita el programa, "la posibilidad de que la Mesa propicie otras dinámicas partidarias, esta propuesta implica una metodología de trabajo diferente a la que se ha seguido hasta ahora, y probablemente un modo más eficaz de trabajar por la cohesión democrática de la sociedad vasca en un foro que los socialistas seguimos considerando imprescindible".
El PSE propone además que las medidas que vaya a adoptar el Gobierno sean respaldadas por el Parlamento vasco.
Todo ello con un mensaje claro a la banda terrorista en el texto programático socialista: "Tienen que saber que no habrá final dialogado sin que haya muestras inequívocas de que cesa la violencia y el terrorismo, y que las cuestiones políticas deben tratarse entre los partidos que representan la voluntad popular del país vasco. El final dialogado es un elemento de una política que se dirige a provocar el desistimiento de los terroristas para abrir paso a un escenario en el que sin la presión de su amenaza puedan resolverse las cuestiones políticas por procedimientos democráticos".
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