El Consell compra por 500 millones un palacete del centro de Valencia

La Consejería de Obras Públicas ha acordado desembolsar 485 millones de pesetas por la compra de un palacete en el centro histórico de Valencia, donde funcionó el pub Hannax, para centralizar desde el inmueble los servicios relacionados con la rehabilitación del centro urbano. La respuesta ha sido contundente desde las filas socialistas. El concejal Rafael Rubio ha calificado la compra de "despilfarro" que esconde un "favor" a los antiguos propietarios de un local ahora cerrado y sobre el que pesaban varias multas.

Las deudas pendientes que tenía el local, cerrado desde hace más de un año, han sido la causa de que el acuerdo entre la Generalitat y los propietarios del pub Hannax, situado en la céntrica calle de Caballeros, no haya acabado. El director general de la Vivienda, José María García Zarco, reconoció que "a la espera de resolver estas cargas" -que, según dijo, corresponde saldar a los aún propietarios-, el pasado 10 de agosto se formalizó una opción de compra de 485 millones que está previsto que desemboque el 26 de septiembre en la formalización definitiva del traspaso. Los motivos que se apuntan desde la consejería para justificar la compra son diversos. Una de las principales razones es la "necesidad" de centralizar los servicios urbanísticos del casco antiguo valenciano. La oficina única está previsto que concentre todas las gestiones tanto autonómicas como municipales relacionadas con las licencias, obras y rehabilitación del centro histórico de Valencia. Los 2.500 metros cuadrados del local y su "buen acondicionamiento", según García Zarco, han sido determinantes. Junto a estos aspectos, el director general de Vivienda apuntaba el valor histórico de un edificio que alberga un segmento de la antigua muralla árabe de la ciudad. "Beneficiar a alguien" La opinión de la oposición municipal choca frontalmente con las esgrimidas por el Consell. "Con esta compra se está beneficiando alguien", señala Rubio. El concejal socialista no ha dudado en calificar abiertamente esta operación de "favor" apoyándose en las deudas que aún pesan sobre el local y el hecho de que estuviese cerrado desde hacía más de un año. A este "tremendo despilfarro" hay que sumar, según Rubio, el gasto de las obras de acondicionamiento para trasformar el pub en oficinas y la dificultad de modificar un edificio protegido. Junto a estos argumentos, desde las filas socialistas se destaca la trayectoria irregular que describió el local. Nunca obtuvo la licencia de discoteca que persiguió desde su apertura y acabó sus días "vestido" como fundación cultural. La excusa de centralizar los servicios urbanos tampoco tiene ningún peso para el concejal socialista. Los locales que ocupa actualmente el Plan Riva (organismo de la Generalitat encargado de gestionar la rehabilitación del centro histórico de Valencia) son "suficientes" para realizar las funciones que la Coput atribuye a la nueva oficina. La única diferencia de la nueva oficina es que integrará el servicio de licencias dependiente del Ayuntamiento, una sección dotada de unas 10 personas, segun Rubio, por lo que "no hace falta un edificio para unificar estos servicios".