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Patrimonio acepta con reservas un aparcamiento subterráneo cercano al monasterio de El Escorial

Vicente González Olaya

El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, del PP, quiere dotar al monasterio que ordenó construir Felipe II de su primer aparcamiento subterráneo. Para ello, vaciará el subsuelo de la plaza de la Constitución, a unos centenares de metros del monumento, y construirá un estacionamiento de cuatro plantas. La Dirección General de Patrimonio, que lleva dos años frenando el proyecto, ha tenido que dar el visto bueno a las obras porque bajo la plaza no se han encontrado restos arqueológicos relevantes. Sin embargo, sí ha impuesto restricciones a la obra.

El estacionamiento costará 344,4 millones de pesetas y dará cabida a 250 vehículos. Patrimonio, que siempre se ha opuesto a esta obra en una villa declarada bien de interés cultural, ha tenido que ceder: las prospecciones arqueológicas previas sólo han destapado una canalización del siglo XVI. Pero ha puesto sus condiciones: conservar el viejo desagüe, retranquear dos metros los límites de la obra para alejarla de las viviendas y realizar los trabajos con el menor impacto posible. Así, los camiones de los trabajos tendrán que entrar y salir por los dos únicos huecos que se abrirán en el muro de contención de la plaza.

El PSOE se opone al aparcamiento. "La plaza tiene protección estructural, según las normas urbanísticas. Además habrá que talar árboles, pueden producirse daños en las viviendas colindantes y el centro histórico se colapsará", denunció Alfonso Lindo, secretario de la agrupación socialista local.

San Lorenzo recibe cada año unos 650.000 visitantes. Para atenderlos, el Ayuntamiento considera necesario crear 900 nuevas plazas de aparcamiento. Pero la protección que envuelve al Real Sitio lo impide. De hecho, en vez de aumentar el número de estacionamientos, el Plan de Renovación de Espacios Urbanos (ajardinamientos, aceras, colocación de bolardos...) reducirá las plazas totales existentes en unas 250.

El nuevo estacionamiento arrastra desde hace años la polémica. El director general de Patrimonio, José Miguel Rueda, manifestó en 1996: "Si se construyese el aparcamiento, San Lorenzo sería un completo caos. Se calcula que cada plaza subterránea atrae a 1,2 vehículos. Es decir, el tapón no sólo no disminuiría, sino que aumentaría. Además, el municipio ya cuenta con un aparcamiento subterráneo [a las afueras] y sólo está ocupado en un 25%".

El alcalde, José Luis Fernández-Quejo, del PP, manifestó ayer que en breve la obra recibirá su aprobación definitiva. Posteriormente saldrá a concurso público. Pero como la villa se ubica sobre una ladera (la plaza tiene un desnivel de 5,5 metros), su construcción puede resultar mucho más cara de lo previsto. Habrá que desviar las aguas que corren ladera abajo, para que éstas no se topen con el aparcamiento. Además, un informe geológico destaca que la plaza se asienta sobre "arenas, limos arcillosos y bloques residuales de roca madre (gneis)". El regidor reconoce que cada plaza costará 1,5 millones de pesetas.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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