Bolín está "encantado" de que se le investigue para probar su inocencia

El alcalde de Benalmádena, Enrique Bolín, negó ayer todas las acusaciones de presunta corrupción por parte del PP, y dijo que le encantará que la fiscalía investigue "para que se demuestre que todo es mentira y calumnia". Bolín aseveró que saldó sus millonarias deudas a costa de perder todo su patrimonio antes de que en junio de 1995 fuera elegido alcalde de nuevo y retó a la dirección del PP: "Si quieren quitarme de en medio tendrán que darme un tiro en la nuca".

"Que busquen todo lo que quieran, que solo encontrarán un trabajo serio, responsable y honesto", espetó el alcalde de Benalmádena. Enrique Bolín reconoció que ha llegado a tener deudas superiores a los 1.437 millones de pesetas, pero que todas quedaron saldadas con embargos de sus bienes y que llegó a perder todo su patrimonio como consecuencia de su detención y procesamiento en Gibraltar en el verano de 1989 cuando era alcalde por el Partido Popular. En cualquier caso, según su explicación, la liquidación de las deudas se produjo "mucho antes" de que en 1995 reapareciera en la política para ser candidato a la alcaldía de Benalmádena por el Grupo Independiente de Benalmádena. El Partido Popular presentará hoy a la fiscalía un informe en el que se ponen de manifiesto supuestas actuaciones corruptas del alcalde benalmadense y en el que se asevera que en estos tres años de mandato ha conseguido liquidar una deuda de 1.437 millones de pesetas, para lo que se remite a datos del listado de incidencias judiciales. Sueldo embargado También admitió Bolín que tiene embargado el sueldo de alcalde, su único ingreso actual, por lo que sólo ingresa 180.000 pesetas mensuales, y que la vivienda en la que reside es propiedad de un industrial del puerto deportivo que se hizo cargo de la hipoteca y que le tiene hecho un contrato de usufructo. Enrique Bolín se mostró sorprendido porque el PP rescate ahora algunos episodios del pasado que ya están "juzgados y sentenciados", y "no solo por los tribunales, sino también por el pueblo que me volvió a elegir alcalde". La razón que encuentra para ello es "la incapacidad del PP de hacer una oposición crítica y constructiva". "Si quieren acabar conmigo tendrán que apuntar mejor y darme un tiro en la nuca", concluyó. Respecto a la acusación de posible trato de favor a determinadas empresas constructoras de la ciudad, Bolín aseveró que todas las contratas municipales se han adjudicado a empresas locales para fomentar el empleo y que todas las modificaciones parciales al PGOU se han realizado con el visto bueno de la Junta de Andalucía. "Hay una opinión generalizada de que este es el municipio que mejor funciona en la Costa del Sol, no hay ningún parecido con Marbella y a la mayoría de las modificaciones ni siquiera se presentaron alegaciones", explicó Bolín a EL PAÍS. El alcalde de Benalmádena inscribe las acusaciones del PP en la carrera electoral, en la que "practica la estrategia de calumnia que algo queda porque se ven perdidos y temen que me presente en otros pueblos". También consideró "incongruente" que ahora se le acuse de corrupto cuando hace unos meses se le propuso ser candidato del Partido Popular. Izquierda Unida anunció ayer que va a pedir que el alcalde haga pública su declaración de bienes, y que lo haga con urgencia "porque está en duda su honorabilidad". El coordinador local de la federación y diputado en el Congreso, José Luis Centella, calificó de interesante la iniciativa del PP de acudir a la fiscalía "para que se esclarezca cualquier duda" y acusó a Bolín de practicar una política especulativa, con más de 50 recalificaciones urbanísticas para aumentar los volúmenes de edificabilidad. Los populares quieren llevar también el asunto hasta el Parlamento de Andalucía y presentar una proposición no de ley para que el Tribunal de Cuentas tome cartas en el asunto y realice una auditoría del Ayuntamiento de Benlamádena y de los números de la agrupación política de Bolín, el Grupo Independiente de Benalmádena (GIB), durante la campaña electoral de las pasadas municipales, en las que el polémico alcalde salió elegido.