Las medusas han picado este verano a 2.312 bañistas en las playas de Barcelona

La Cruz Roja ha contabilizado este verano 2.312 asistencias sanitarias por picaduras de medusas en las playas de Barcelona. El calentamiento de la temperatura del agua, que en julio alcanzó 23,5 grados, y la disminución de los depredadores habituales de las medusas en el Mediterráneo (tortugas marinas y atunes) son algunos de los motivos por los que estos organismos urticantes se acercan al litoral. Hasta estas mismas fechas de la temporada pasada, la Cruz Roja sólo había atendido 635 casos de este tipo, cifra que se elevó a 766 durante los meses de baño de 1996. El año 1995 fue más conflictivo: el segundo fin de semana de julio fueron atendidos 250 bañistas por una plaga de medusas. Gran ocupación playera En el balance de la temporada de baño, la alcaldesa accidental, Maravillas Rojo, se felicitó ayer por la alta ocupación de las playas de la ciudad, que se espera que llegue este año a 7,8 millones de usuarios, igual que en 1997. Hasta el momento, el litoral de la ciudad ha recibido 5,5 millones de bañistas. El mes pasado se contabilizaron 1,7 millones de bañistas en las aguas de las playas de Bogatell y Nova Icària. Las playas son el equipamiento público más utilizado de la ciudad, pero generan gran cantidad de basura. La recogida en estos meses supera en el 32% la del año pasado. De los más de 1.500 metros cúbicos de desperdicios, 645 han sido encontrados en las arenas, a pesar de que hay una mayor utilización de las papeleras. "Debemos insistir en el civismo de la gente", apuntó Maravillas Rojo, quien aseguró que se está haciendo un mayor esfuerzo en la limpieza del litoral. Los controles sanitarios señalan que la salud de las playas es buena: no existe ningún tipo de hongo patógeno en las arenas y el 94% de los análisis de agua del mar es óptimo. Por segundo año consecutivo, las playas de Mar Bella, Bogatell, Sant Sebastià y Nova Icària tienen la bandera azul, distintivo europeo que destaca espacios de especial calidad ambiental. El Ayuntamiento ha ampliado su convenio con la Cruz Roja hasta el 13 de septiembre para que 43 de sus miembros se encarguen de la asistencia sanitaria de los bañistas. Maravillas Rojo, que suple hasta el próximo jueves a Joan Clos al frente del consistorio, se trasladó ayer en bicicleta desde el Ayuntamiento hasta la playa de Nova Icària. En su pedaleo, Rojo se preocupó por el estado del litoral y conversó con algunos bañistas. Visitó a un grupo de minusválidos en una de las siete pasarelas que les permite acceder al mar, atendidos por voluntarios de la ciudad. En su última etapa, la alcaldesa accidental comprobó el nuevo riego del parque de Poblenou, que desde hace un mes utiliza agua freática del subsuelo. El Ayuntamiento se ha ahorrado en cinco semanas 600.000 pesetas al no tener que pagar agua de la red. Ahora planea extender este tipo de riego de agua no potable al parque de las Cascadas. El objetivo es ahorrar el 10% de los 200 millones de pesetas que se gasta al año en agua de riego. "Éste es un ejemplo de ciudad sostenible", apuntó Rojo.