Demandas del nuevo siglo

Pocos expertos son tan optimistas como para pensar que las revisiones van a descubrir todos los fallos del efecto 2000, y ello incluso en las grandes empresas que se han tomado en serio el asunto (no hablemos ya de las pequeñas que no han oído hablar de él). No es arriesgado suponer que habrá fallos y, por tanto, demandas judiciales.En España no se han evaluado los costes que pueden suponer para las empresas las demandas del año 2000. Pero en Estados Unidos -un país donde los litigios son casi una forma rutinaria de redondear los ingresos- algunos estudios calculan que los costes legales duplicarán o triplicarán los gastos de revisión de aplicaciones informáticas. (Si esa conclusión pudiera extrapolarse a España, daría unos 400.000 millones de pesetas en litigios e indemnizaciones).

El Gobierno español no tiene por qué seguir el modelo norteamericano, pero si lo hace tendrá que ir pensando en ensamblar algunos decretos de urgencia para contener la avalancha judicial. El Estado de California está elaborando normas que limitan la responsabilidad de las empresas sobre los fallos, y los de Nevada y Washington se han protegido contra las demandas dirigidas contra sus propias administraciones.

En España, las compañías aseguradoras ya han empezado a cubrirse las espaldas. Los seguros cubren riesgos imprevisibles, pero la postura de la Unión Española de Entidades Aseguradoras (Unespa) es que el efecto 2000 es suficientemente predecible, y que las empresas deberán revisar sus sistemas si quieren renegociar sus pólizas para cubrir estos fallos. La página web de Sedisi (http://www.sedisi.es) incluye un buen listado de empresas informáticas que ofrecen sus servicios. También se puede pedir consejo a la dirección general de pymes (teléfono 900 19 00 92).