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Borrell advierte de que los errores en la lucha antiterrorista no debe pagarlos sólo el PSOE

Javier Casqueiro

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, formuló ayer en tierras de Almeria, la patria chica de José Barrionuevo, una defensa nada hipócrita y sin duda polémica de la labor del primer ministro de Interior de Felipe González, condenado ahora por el caso Marey. El candidato advirtió que "en la lucha antiterroristas se pasaron momentos difíciles que alguien tuvo que torear". Recriminó a sus adversarios que los hayan explotado "con saña" y rechazó que "esos errores" sean pagados por " este partido y sólo por este partido".

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Lo injustificable

Borrell repite estos días hasta la extenuación que su mirada está puesta en el futuro, especialmente en las elecciones generales que le enfrentarán a José María Aznar "dentro de 700 días", pero antes de pasar página en el PSOE quiere saldar algunas cuentas. La principal, la de la lucha antiterrorista, que entiende está taponando el resto de sus proyectos."No quiero estar prisionero de cosas que ocurrieron y que hoy nos hacen vivir días amargos", indicó Borrell ante un auditorio de almerienses muy susceptible ante la condena a su paisano. Y añadió: "En la lucha antiterrorista se pasaron momentos difíciles que alguien tuvo que torear y que han sido explotados con saña por nuestros adversarios políticos".

Borrell dedicó su segunda jornada de este fin de semana en la provincia de Almeria a reclamar la unidad del PSOE para ganar las próximas elecciones. Aprovechó también para dejar bien sentada cuál es su opinión sobre lo ocurrido en el caso Marey y otros casos de la lucha antiterrorista, sobre las "condenas injustas y sin pruebas" a Barrionuevo y Rafael Vera, y sobre los vínculos personales de ambos con Felipe González. Borrell sostiene que para ganar a Aznar en el 2000 debe, por un lado, movilizar a la sociedad y a un partido unido para sumar dos millones de votos a los nueve actuales del PSOE. Y, sobre todo, convencer a los socialistas de que hay que "superar los problemas de nuestra gestión pasada".

Cortina de humo

Borrell mantiene que el que el PSOE se enzarce a diario en una defensa a ultranza de todo lo que realizó durante 14 años en el Gobierno es bueno para el PP y para Aznar porque entretiene y dispersa a los socialistas y porque corre una cortina de humo sobre los incumplimientos y los errores del actual Ejecutivo. En ese contexto, Borrell quiere zafarse del pasado del PSOE: "No quiero estar prisionero de cosas que ocurrieron y que ahora nos hacen vivir días amargos, quizá los más amargos desde el advenimiento de la democracia".El líder electoral socialista no ve incompatible ese objetivo con mantener su solidaridad personal y del partido hacia Barrionuevo. Recordó en ese sentido el comunicado oficial de la ejecutiva socialista adhiriéndose a los votos particulares de cuatro magistrados del Tribunal Supremo contra la condena "por no tener pruebas suficientes", y refrescó sus gestos públicos de reafirmación hacia la inocencia del ex ministro.

El candidato del PSOE, sin embargo, no cree que la persecución a la que someten sus rivales al partido sea motivo para una "ruptura institucional con el Gobierno" y está a favor del diálogo con Aznar en cualquier caso. Tampoco considera relevante ni para el país ni para el PSOE si Felipe González participa al final en la defensa de los recursos de los condenados ante el Tribunal Constitucional. Sostiene que lo importante con respecto a la condena a Barrionuevo y al futuro judicial por resolver es afrontarlo "con la cabeza fría y el corazón abierto, con el que soportar momentos muy difíciles, en un momento trágico para este país".

Borrell afirmó en la madrugada del viernes al sábado, tras una cena con 400 militantes en Huercal de Almeria, protagonizada por miembros del comité de apoyo a Barrionuevo en Berja, su pueblo, que "esos errores [los cometidos en la lucha antiterrorista] no pueden ser pagados de la manera que quieren que pague este partido y sólo este partido". Esa posibilidad le parece tan "esperpéntica" como que los familiares de los ertzainas asesinados por el etarra Mikel Otegi vayan a ser juzgados por insultar a los familiares de éste. Borrell cree que esto "dice poco del funcionamiento de algunos poderes" y sólo se explica desde el miedo.

El candidato valoró las primarias porque han promovido "un partido más libre", pero ahora lo que le inquieta son las heridas que provocaron. Quiere que suturen porque en caso contrario, avisó, "las primarias pueden convertirse en un ejercicio elegante de suicidarse".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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